El debut con derrota de la selección Sub-17 de Venezuela contra Túnez (1-2), la víspera por el grupo D del Mundial Sub-17, dejó en claro que el equipo de Rafael Dudamel, falto de definición, extrañó demasiado a su as Andrés Ponce, baja de Emiratos-2013 por lesión.
Apenas terminado el partido en Sharjah, Ponce tuiteó «te extraño mi Vinotinto», colgando una fotografía con la camiseta número 9 que llevan los goleadores.
Pero ese sentimiento seguramente es recíproco, porque el exportero internacional y también seleccionador de la Sub-20 venezolana, así como el resto de sus compañeros lo echaban de menos en Emiratos Árabes Unidos.
«Es difícil asimilar la derrota. La verdad que nos faltó definición», estimó el volante David Zalzman.
El delantero del Deportivo Táchira había sido la gran figura de la Vinotinto en el Sudamericano de Argentina-2013, marcando siete de los ocho goles de su selección en el torneo que lo llevó por primera vez a una cita mundialista, al acabar como subcampeón detrás del anfitrión y por delante del tricampeón mundial Brasil.
Pero hacia fines de mayo, jugando para su club contra Atlético Venezuela, Ponce se rompió los ligamentos cruzados anterior de su rodilla derecha, una lesión que lleva al menos seis meses de recuperación y cayó como un balde de agua fría para Dudamel. El dato frío era evidente: Ponce fuera de Emiratos-2013, no había lugar para otras especulaciones.
Sin duda, cuando el Barcelona juega sin Lionel Messi, el Real Madrid sin Cristiano Ronaldo o el París Saint Germain sin Zlatan Ibrahimovic, todos saben que no es lo mismo. Salvando las distancias, para la Vinotinto no tener a Ponce es un golpe que evidenció el viernes, cuando manejó el balón y tuvo todo controlado, pero Túnez se aprovechó de dos errores y selló su triunfo, ante la falta de desequilibrio en los últimos metros.
Pese a que José Márquez, hombre que debe hacer olvidar a Ponce, anotó el tanto del descuento, la falta de «punch» del once venezolano puso sobre la mesa que la ausencia del as del Táchira será difícil de hacer olvidar.
Dudamel afirmó en su momento a la prensa venezolana que la lesión de Ponce «significaba un golpe anímico fuerte para el equipo, pero lo más importante ahora es su tranquilidad y su salud, tiene todo mi apoyo y solidaridad, pero no quiero poner en riesgo su salud, porque tiene una carrera por delante y eso es lo más importante».
Desde la distancia, Ponce, que había sido centro de especulaciones sobre su nacionalidad, que algunos medios señalaban como colombiana, pero la Federación venezolana descartó mostrando pruebas de su partida de nacimiento y fichas administrativas, envió mensajes de apoyo hacia sus compañeros.
«La Vinotinto está para grandes cosas», apuntó el jugador de 16 años nacido en Maracaibo, pese a la caída en el estreno absoluto venezolano.
A miles de kilómetros, sus compañeros piensan parecido. «Nos tocó perder pero somos una selección muy fuerte mentalmente. La meta es ser campeones del mundo», sostuvo el portero venezolano Beycker Velásquez para Radio Sintonía, al tiempo que su compañero Diego Osio consideró que «una derrota no nos va a alejar de nuestro objetivo», que es pelear por el título, según declaró Dudamel.