Nuestras actitudes y acciones de nuestro día a día van configurando quiénes somos, y cómo nos sentimos. Adoptar unas pautas o estilos de vida saludable hace que estemos trabajando para preservar y mejorar la buena salud.
En este artículo se ofrecen algunas de esas rutinas diarias o estilos de vida saludable que nos ayudarán a mantenernos sanos, vitales y a sentirnos bien.
La respiración diafragmática profunda debe hallarse en cualquier botiquín de emergencia. Sus beneficios más relevantes son:
Oxigena tus células.
Aumenta la circulación linfática, ayudando a eliminar toxinas, y líquidos sobrantes, y facilitando el equilibrio del peso.
Este tipo de respiración te ayuda a manejar y reducir la ansiedad.
Para notar sus resultados te recomiendo realizar diez respiraciones lentas y profundas.
Beber agua, A estas alturas todos sabemos que el agua es un bien preciado, pero ¿sabes por qué?:
Hidrata tus células, haciendo que de esta manera funcionen de una manera más óptima.
Nos ayuda a eliminar toxinas y otros residuos. Esto es muy importante porque sino vamos acumulando basura en nuestro cuerpo. Entonces el caldo de cultivo donde se desarrollan malestares y enfermedades está servido.
Estos son los beneficios más importantes. Y aún puedes sacarles más provecho si esa agua la bebes entre las comidas, ya que beber bastante agua comiendo diluye los jugos gástricos y retarda y dificulta la digestión.
Los beneficios de hacer ejercicio de manera regular son los siguientes:
Generan endorfinas, unas substancias producidas por el propio cuerpo que nos hacen sentir bien.
Tonificamos el cuerpo, nos vemos mejor.
Aumentan la circulación linfática y la sanguínea.
Aumentan la líbido.
Te ayuda a eliminar tensiones y ansiedad.
Tengamos en cuenta, que el sobreesfuerzo, en la práctica del ejercicio, es perjudicial, puede producir problemas cardíacos, agotamiento y lesiones.
Comer de manera sencilla y disfrutando
Eliminemos o reduzcamos la comida preparada, ya que suele estar cargada de sal, conservantes y demás potingues que no nos interesan. Elijamos productos naturales, frescos.
No mezclemos demasiados tipos de alimento en una misma comida, esto retarda la digestión, y puede producir gases y malestar.