Para los habitantes de Yaritagua resulta inaceptable que debido a enfrentamientos netamente políticos, acrecentados por la campaña electoral, la ciudad permanezca inundada de basura mientras los representantes de la Alcaldía de Peña y la Gobernación de Yaracuy intercambian acusaciones sobre el caso.
Simple y llanamente la capital del municipio Peña está inundada de basura mientras en el Ministerio del Ambiente no hay nadie que muestre preocupación por lo que en materia de salud representa tan serio problema.
A pesar del anuncio sobre la incorporación de un lote de camiones por parte de Yaracuy Bonito, ente del Ejecutivo regional, para la recolección de desperdicios, este miércoles sólo se observaban mejoras en las inmediaciones de la plaza Bolívar y la sede municipal.
Frente a la escuela Matilde Lucía González, a poca distancia del centro de la ciudad, el promontorio de bolsas negras provocaba la lógica preocupación por la contaminación en un lugar de concentración de niños.
Pero la situación más seria se vivía en la urbanización Tricentenaria, donde la basura estaba regada en la calle principal, además de numerosos montones en las aceras, e incluso, en el interior de la escuela Yocasta de Calitre los alumnos debían alternar con toneladas de desechos sólidos que ni la Alcaldía ni la Gobernación había recogido por lo menos en horas de la mañana.
Norma Torres, María Rodríguez, María Eugenia Pérez y Gladys Torrellas, entre otras vecinas de la Tricentenaria, dijeron que desde hacía más de tres semana no pasaban los camiones recolectores.
“En la escuela tienen un mes que no la recogen y los alumnos corren el riesgo de enfermarse”.
Pero la misma situación se observaba en todo ese sector del suroeste de la capital municipal, con montones de bolsas negras, pipas, cajas, sacos y otros recipiente , además de las que colgaban de ventanas y postes.
En Camino Nuevo, La Mora y Las Casitas persistía el mismo espectáculo deprimente atribuido al enfrentamiento Alcaldía-Gobernación.
“Por aquí no ha pasado ningún camión desde hace ya tiempo y nosotros inundados de basura”, dijeron los vecinos.
Pero, además de la escuelas Matilde Lucía González y Yocasta de Calitre, el mismo problema se vivía este miércoles en el liceo Cocorote, donde esperaban alguno de los viejos camiones contratados por la Gobernación.
En otros sectores de la ciudad, como Tierra Prometida y Aminta Abreu también seguían esperando por la recolección pues de los montones de basura surgían olores nauseabundos.
“Ayer vino un camión, pero sólo pasó por la calle principal, como si los demás no existiéramos”, coincidieron Norelvis Ulacio y María Hernández.
Mientras tanto, en el vertedero de Tapa la Lucha, William Silva, coordinador de Yaracuy Bonito, recibía los camiones cargados con desperdicios.
Atribuyó al alcalde el colapso del vertedero e informó que estaba recibiendo unos 90 viajes diarios, aunque admitió que “todavía queda mucha basura por recoger en la ciudad”.