La automotriz japonesa Toyota paralizará las tareas en su planta en Venezuela a fines de octubre durante dos semanas por la falta de materia prima para producir, generada por retrasos en la asignación de divisas por parte del Gobierno venezolano.
Venezuela tiene desde hace una década un estricto control cambiario que no ha podido evitar la fuga de capitales y generó una fuerte inflación y la escasez de productos que el país necesita para desarrollarse con normalidad.
Para acceder a dólares al tipo de cambio oficial de 6,3 bolívares (siete veces menos que en el mercado paralelo) las empresas deben llevar a cabo engorrosos trámites ante el administrador oficial de divisas, Cadivi.
«Hay una parada programada del 28 de octubre al 11 de noviembre debido a que tenemos bastante retraso con la cancelación de divisas de Cadivi», dijo el miércoles a Reuters una fuente ejecutiva de Toyota.
«Tenemos planeado reactivar la planta el 12 de noviembre», agregó la fuente, que pidió anonimato por no estar autorizada a hacer declaraciones sobre el asunto.
Con la paralización, la ensambladora dejará de producir unas 450 unidades, informó la fuente.
Los retrasos en la asignación de divisas han golpeado con fuerza al sector automotriz en Venezuela, cuya producción ha retrocedido un 30,69 por ciento en los primeros nueve meses del año en comparación con el mismo período del año pasado, según cifras de la Cámara Automotriz (Cavenez).
La fábrica de Toyota está ubicada en la ciudad de Cumaná, en el estado nororiental de Sucre, y produce además vehículos Daihatsu.