Como dijo en una oportunidad el Dr. Luis Herrera Campins, uno de los valores de la democracia a quien nunca les será reconocida suficientemente su honradez e integridad como venezolano y como presidente, “hay que ser bien caradura” para después de 15 años de revolución, de poner al país patas arriba, de ejercer un poder hegemónico en todas las instituciones; de haber mal gastado cuatro leyes habilitantes (1999, 2000, 2007 y 2010) de haber instaurado el cuanto hay pa eso, de hacer de las alcabalas un modus vivendi de los jerarcas del gobierno, venir a solicitar poderes especiales para combatir una “corrupción bonita” nacida de las entrañas de la revolución es un exabrupto.
Solicitar poderes especiales para corregir lo incorregible es reconocer el fracaso de 15 años de gobierno, solicitar una habilitante para enfrentar la inflación, el desempleo, la carestía y el desabastecimiento, no es la solución; es como si se pusieran primero los zapatos y luego las medias. Una habilitante no solucionara los tres desequilibrios macroeconómicos que minan el gobierno: el fiscal, el financiero y monetario y el desequilibrio en el área de la producción sin una oferta real. La guerra económica la están protagonizando la guerrilla interna que existe entre Merentes y Giordani.
Desde este Balcón del Ciudadano, el discurso en la Asamblea Nacional se lee claramente como un reconocimiento del fracaso de una Revolución ya no tan bonita, que llega a su fin, por lo cual debió recurrir al populismo. El mismo dio pena ajena; no por venir de un autobusero por que no es motivo de vergüenza; nuestra historia política contemporánea está llena de hombres y dirigentes venidos de la filas obreras: José Vargas, Juan José del pino, Manuelito Peñalver Dagoberto Gonzales; todos ellos como los “hijos infinitos” de Andrés Eloy cargados por la tierra; el niño indio y el niño negro. La vergüenza esta en lo que dice y como lo dice; como si fuéramos el pueblo cubano que paso de la dominación colonial española, a la americana y de esta a ser cuartel de la mafia y el mayor prostíbulo del Caribe; para pasar a ser el balneario de los soviéticos gracias a los castros.
Hay razón y razones cuando se plantea que la lucha contra la corrupción es imperativa; pero en este gobierno lo es más. Los viejos dicen que hay dos cosas que no se puede esconder: la tos y el dinero; basta recordar las maletas de Antonini; las denuncias de los magistrados Velásquez Alvaray y Aponte Aponte; Mackle, Pdval; el Fonden, las denuncias de Alsami contra el Tte Isea protegido hoy por el FBI; la 1.3 Tn de droga en el vuelo Air France. Solicitar una ley habilitante para enfrentar el carcinoma de la Corrupción es solo dar la extremaunción a una revolución que murió el 5 de marzo junto con su comandante eterno