Por haber, supuestamente, violentado lacorrecta ejecución de una partida secreta para la Presidencia de la República, aprobada en el presupuesto de gastos de la nación del año 1989, fue enjuiciado, condenado y destituido del cargo, el presidente Carlos Andrés Pérez en mayo de 1993, es decir, 4 años después del hecho.
Digo supuestamente, a pesar de que CAP fue condenado por la antigua CSJ, porque he leído informes que desvirtúan la acusación que entonces se hizo contra Pérez y que lo llevó a la destitución.Haya sido como haya sido, ese es un hecho consumado y nada se puede hacer ya, aunque los estudiosos continúan metiendo lupa al asunto. Será la historia la que se encargará de analizar estos hechos con la perspectiva que da el tiempo y dar un veredicto más objetivo. El caso es que Pérez fue condenado y fue destituido. Por cierto, Pérez por quien nunca simpaticé ni mucho menos voté, reconozco que aceptó estoicamente, democráticamente, con absoluto respeto a las instituciones, su destino.
¿Y a qué viene este recuerdo? Viene al caso por una ocurrencia que se me vino a la cabeza viendo el video del programa de televisión donde Vladimir Villegas entrevistó a la señora Tibisay Lucena, presidenta del CNE, excedida, valga recordarlo, en el tiempo legal de su mandato. Esta señora enseñó“de lejitos” como dijoalgún agudo periodista de un diario caraqueño, un documento que en apariencia lejana, es la partida de nacimiento del señor Nicolás Maduro Moros, actualmente en ejercicio ilegítimo y muy cuestionado de la Presidencia de la República. Existen muchas dudas acerca de la nacionalidad del señor Maduro, además de la duda de su triunfo del 14 de abril y hay mucho interés, como es lógico, que enseñe su partida de nacimiento, por lo menos para tener la tranquilidad de que es un venezolano quien ocupa, aunque sea ilegítimamente, la Primera Magistratura de la nación.
Viendo esa presentación de Lucena, se me vino laidea de que estamos frente a otra partida secreta, no presupuestaria sino de nacimiento, tan peligrosa o más que la de CAP, puesto que la señora Lucena, ni por asomo, dio detalles del documento que presentaba, apenas lo mostró muy rápidamente a las cámaras y no se detuvo a detallarlo, alegando que no le correspondía a ella dar más información. Respeto mucho a Teodoro Petkoff, es un hombre valioso e inteligente, pero no estoy de acuerdo con él cuando dice que el problema de la nacionalidad de Maduro no tiene ninguna trascendencia.
¿Cómo no va a tener trascendencia el cumplimiento estricto, exacto, cabal de todos los requisitos constitucionales por parte de quien ocupa el cargo más importante del país?Al contrario, me parece que este hecho es de la mayor transcendencia nacional y no podemos, no debemos dejarlo pasar como si fuera una nimiedad.
Tampoco me gustó la actitud del entrevistador Villegas en ese programa. Él, que suele ser tan agudo y cuestionador, parecía una sencilla palomita ante la señora Lucena. Me hubiera gustado ver a Nitu Pérez Osuna o a Roberto Giusti o a Leopoldo Castillo o a nuestro amigo José Angel Ocanto, entre otros, entrevistando a Lucena sobre el tema de la partida de nacimiento de Maduro. Una partida de nacimiento que no la quieren enseñar, ni siquiera decir bajo qué número, qué fecha, en qué libro y en qué alcaldía o prefectura está inscrita,es una partida secreta. ¿Por qué ese secreto? La partida de nacimiento de cualquier persona es un documento público, disponible a cualquier persona, que acredita el lugar y fecha de nacimiento y por tanto la nacionalidad, señala quiénes son sus padres y otros datos de importancia vital para las personas.
La partida de nacimiento de Maduro debería estar en todos los medios de comunicación social, el libro donde está inserta debería exhibirse para que el que desea verlo lo vea y se acabara cualquier duda. Repito, este es un hecho de alta trascendencia nacional, no puede continuar gobernando alguien que no pruebe al país que es venezolano por nacimiento y “no posee otra nacionalidad”. La Constitución de 1961 sólo exigía ser venezolano por nacimiento, pero la Asamblea Constituyente de 1999 agregó el requisito de no poseer otra nacionalidad (Artículo 227). Se vanagloriaron entonces al exigir ese requisito y de nuevo les sale el tiro por la culata.
En 1993 hubo un Fiscal general de la República que, con razones o sin ellas, cumplió con su deber y exigió responsabilidad a CAP por la partida secreta. Ojalá la actual Fiscal cumpla también con su deber de ser garante del cumplimiento de la Ley y le pida a Maduro que muestre su, por ahora, partida secreta. Es lo menos que podemos esperar los venezolanos.