“Después de las elecciones del 8 de diciembre viene una devaluación importante, que colocará el tipo de cambio entre 10 y 12 bolívares por dolar”, aseguró el economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela, José Guerra, al ser consultado en torno a las expectativas en torno al sistema cambiario.
Señaló que en estos momentos el país está desconcertado y lo único claro es que se realizarán las subastas del Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad), con 100 millones de dólares semanales para llegar hasta el mes de diciembre, solución parcial.
Recordó que en estos momentos las reservas internacionales de Venezuela están en el orden de los $ 21,700 millones, mientras que el saldo que tenían el año pasado era de $ 30.000 millones, lo que evidencia que se han perdido $ 9.000 millones en nueve meses, recordando las declaraciones de la entonces presidenta del Banco Central de Venezuela, Edmée Betancourt, quien duró 20 días al frente del cargo, luego de denunciar que se habían entregado más de $ 21.000 millones a empresas en sobrefacturación.
Soluciones
Propuso un conjunto de cinco acciones fundamentales:
.- Una política clara y definida de respeto a la propiedad privada.
.- Un plan integral para bajar la inflación, que debe contemplar, prohibir al Banco Central de Venezuela continuar imprimiendo dinero inorgánico; frenar las devaluaciones con fines fiscales y fortalecer la producción nacional agroalimentaria.
.- Rescate de consumir lo hecho en Venezuela, impulsando la reindustrialización del país.
.- Implementar un plan para unificar en el menor tiempo posible, el tipo de cambio.
.- Un plan para desarrollar la infraestructura, orientado específicamente a mejorar la vialidad en el país.
Advierte que el ministro Rafael Ramírez, quien ha sido designado para manejar las políticas económicas, es ingeniero mecánico, sabe de petróleo, pero no sabe nada de macroeconomía, de política monetaria y de política fiscal.
Aseguró que lo de la “guerra económica” es un cliché que se ha venido aplicando desde el gobierno, para ocultar sus fracasos y la equivocación del propio ejecutivo al implementar sus políticas.
Ratificó que no hay salario que aguante una inflación como la que se vive en Venezuela, la cual debe cerrar este año cerca del 50%, que debe ser una de las más altas del mundo, recomendando para protegerse de ella, utilizar el dinero de las utilidades y aguinaldos, mejorando la vivienda y adquiriendo electrodomésticos.