Más de un tercio de las venezolanas inician su actividad sexual antes de los 18 años, sin embargo la mayoría comienza a usar anticonceptivos luego de esta edad.
¿Por qué los jóvenes arriesgan su futuro al tener relaciones sexuales sin protección? La respuesta puede resumirse en una razón: los jóvenes no están planificando sus encuentros sexuales y por tanto no están pensando anticipadamente sobre los métodos anticonceptivos.
Otras de las justificaciones que dan los adolescentes para tener encuentros sexuales sin protección es la falta de comunicación con sus parejas sobre el uso de métodos anticonceptivos o porque a sus parejas sexuales no les gusta utilizarlos.
Estas razones influyen en que a diario 220 mil mujeres tengan un embarazo no deseado y más de 85 mil se provoquen un aborto. Venezuela no escapa de esta realidad; de acuerdo a cifras que manejan la División de Población de las Naciones Unidas, nuestro país ocupa en Suramérica el primer lugar de embarazos no planificados en adolescentes, y a nivel latinoamericano el segundo lugar.
“La División de Población de las Naciones Unidas señala que el 21% de los nacimientos vivos anuales en nuestro país son de jóvenes de 13 a 19 años; adicionalmente el estudio ‘Indicadores de Anticoncepción en Latinoamérica’ que realizamos junto a Psyma Latina evidencia que las jóvenes comienzan a usar anticonceptivos casi a los 20 años, pese a que un 35% inicia su actividad sexual antes de los 18 años, lo cual es preocupante pues sugiere ser una de las causas del problema”, señaló Manuel Cabrera, Director Médico de Bayer Schering Pharma.
Según la OMS, Venezuela es el país sudamericano con mayor tasa de fecundidad en adolescentes y el tercero de todo el continente después de Nicaragua y Honduras. Nueve de cada diez adolescentes sexualmente activos, no usan anticonceptivos a pesar de conocer la información.
Aumentan embarazos no deseados
En estudios realizados durante tres años consecutivos por Bayer (2009-2010-2011) a través de 14.500 entrevistas a jóvenes en 29 países de Asia, África, Europa y América, incluyendo 200 en Venezuela, la mayoría de los jóvenes indicó que, la razón principal por la cual no usan métodos anticonceptivos es por no tenerlos a la mano al momento de tener relaciones sexuales.
Una de cada cinco mujeres menores de 20 años ya han sido madres, lo que representa el 21% de los nacimientos anuales en Venezuela. Estos datos, aportados por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa, por sus siglas en inglés), ubican al país como el primero en Sudamérica con la tasa más alta de embarazos no planificados en adolescentes.
Esta realidad, considerada un problema de salud pública, no sólo corresponde a Venezuela, sino que abarca a América Latina y el Caribe, región que registra la segunda tasa más alta (38%) de embarazos adolescentes antes de los 20 años, sólo superada por el África Subsahariana, según cifras suministradas por la Unicef. Asimismo, es la única región del mundo donde la tasa de embarazos de los adolescentes ha seguido creciendo en los últimos 30 años.
Por su parte, el Plan Andino para la Prevención del Embarazo Adolescente (Planea), implementado por la Unfpa, indica que en la subregión andina, que corresponde a Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, se calcula que de los siete millones de adolescentes entre los 15 y 19 años, alrededor de un millón y medio, ya son madres o se encuentran en estado actualmente.
Sin embargo, la carencia de información no influye de forma unilateral en los resultados, puesto que más del 90% de los adolescentes de la región andina tiene conocimiento sobre los métodos anticonceptivos.
Informar para prevenir
Padres y docentes, al ser los modeladores de las conductas de los jóvenes, pasan a ser también los pilares fundamentales en la formación de sus actitudes, valores y creencias sobre la sexualidad. La educación sexual es un aprendizaje que comienza desde muy pequeños, permanece y evoluciona a lo largo de la vida.
Luz Jaimes, presidenta de la Sociedad Venezolana de Sexología Médica (SVSM), considera que “la educación sexual comienza desde casa y se refuerza en la vida escolar, sin embargo el tema de la sexualidad en Venezuela sigue siendo un tabú y aún no tiene un espacio dentro del protocolo de las materias escolares a pesar de ser un derecho estipulado en la Ley Orgánica de protección de niños, niñas y adolescentes”.
Para la Presidenta de la SVSM muchos adolescentes inician una vida sexual con información errada sobre la sexualidad. Los jóvenes, al no contar con el apoyo adecuado proveniente de sus hogares y escuelas, son influenciados por el resto del medio sociocultural, como amigos, televisión, internet, entre otros.
“Internet es un portal maravilloso en donde se puede indagar mucho acerca del tema, pero se corre el riesgo de obtener información poco sana”, agregó Jaimes.
Sexualidad responsable
La educación sexual incluye la comprensión de los aspectos físicos, mentales, emocionales, sociales, económicos y psicológicos que interfieren en las relaciones humanas y específicamente en las relaciones de hombres y mujeres como pareja. De esta forma, al comprender todos estos aspectos, se internaliza el compromiso que existe cuando se realiza el acto sexual.
Pero la sexualidad responsable no termina allí, es importante comprender los riesgos que implica tener relaciones sexuales. Un embarazo no planificado y el contagio de infecciones de transmisión sexual (ITS) son algunos de ellos. Para la prevención de éstas, es necesario el uso correcto y regular de los anticonceptivos de barrera o preservativos. Si por el contrario, la preferencia es hacia los anticonceptivos orales, es necesario comprender que estos sólo previenen de embarazos no deseados.
Dentro de los anticonceptivos orales se encuentra una alternativa a ser utilizada sólo en casos de emergencia: la píldora del día después.
“Esta píldora se recomienda cuando no se usó ningún método anticonceptivo durante la relación sexual o cuando el método elegido presentó alguna falla (ruptura del preservativo, olvido de los anticonceptivos orales, etc.). La píldora de emergencia no previene de una ITS, pero sí de un embarazo no deseado siempre y cuando se tome adecuadamente”, recalcó Dhelma Pellín, jefe de la unidad de uroginecología del Hospital Dr. José Ignacio Baldó.
Para la doctora Pellín, muchas personas por falta de información llegan a pensar que esta píldora puede interrumpir un embarazo no deseado, lo cual no es cierto. “La clave está en comprender su mecanismo de acción: si la mujer no ha ovulado, el anticonceptivo retrasará este proceso. Si por el contrario la mujer ya está en la ovulación, la fuerte dosis hormonal impedirá el encuentro de las células reproductoras femeninas y masculinas a través del espesor del moco cervical”.
La dosis hormonal que libera la píldora, equivalente a un paquete de anticonceptivos regulares, activará el mecanismo de acción correspondiente al ciclo menstrual de cada mujer.
“Esta pastilla fue diseñada únicamente como método de emergencia y no como protección regular debido a la fuerte liberación hormonal que recibe el cuerpo”, acotó la doctora.
El uso inadecuado de esta píldora puede causar efectos secundarios incómodos (náusea, vómito, dolor de cabeza y abdominal, entre otros). Es importante señalar que tomar este medicamento no produce interrupción del proceso de gestación si la mujer ya se encuentra embarazada. “Ante cualquier duda es preferible no automedicarse y consultar a un especialista”, culminó la Dra. Pellín.
Embarazo adolescente en cifras
La última encuesta sobre embarazo en adolescentes realizada por el Ministerio del Poder Popular para la Salud, indica que 50% de las adolescentes se inicia sexualmente antes de los 19 años y 10% antes de los 15 años de edad. Mientras que en zonas menos urbanizadas y rurales, la iniciación sexual comienza antes de los 15 años.
De la misma manera, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, en Venezuela alrededor del 39% de los nacimientos es de madres adolescentes. Tema de preocupación sin duda por lo que confluyen iniciativas de organizaciones y voces en pro de que los jóvenes venezolanos tengan y lleven a cabo su plan de vida.