Habitantes de las comunidades Santa Rosa (Pueblo Abajo), Los Naranjillos, Las Casitas y El Turbio, manifestaron este lunes en la mañana, cerrando el paso de vehículos en el puente de la intercomunal Barquisimeto-Cabudare, desde las 7.00 de la mañana.
La protesta se originó debido al colapso de aguas negras que viene sucediendo en estos sectores desde hace dos meses aproximadamente. Los excrementos están en las calles, se desbordan los inodoros en las casas y la fetidez es casi insoportable.
De esta manera, decidieron activar la voz de reclamo en plena vía pública. Con neumáticos encendidos y ramas de árboles, impidieron la circulación de carros particulares y de cargas pesadas.
“No nos toman en serio”
José Prado y Eugenio Romero, miembros del consejo comunal Río Cenizo, declararon que el último reporte hecho a Hidrolara es del 1° de octubre: “casi quince días han transcurrido y nosotros no tenemos solución; las cloacas están colapsadas desde hace dos meses”, explicaron.
Entre las consecuencias que lamentan están las lesiones en la piel y malestares estomacales que sufren los vecinos, en especial los niños y personas de la tercera edad. Por primera vez, alegaron los dirigentes vecinales, cerraron el puente de Santa Rosa, como una medida desesperada para obtener la atención de la hidrológica.
“De Hidrolara nos mandan al Ministerio del Ambiente porque según no cuentan con los recursos económicos suficientes. No es trabajo de nosotros, estar buscando los recursos; nos limitamos a cumplir con los canales regulares pero son las autoridades competentes quienes deben darle solución al pueblo”, sostuvo el vocero Eugenio Romero.
Las casas están contaminadas
Por otra parte, Ana Ramírez, otra de las habitantes afectadas, habló de las penurias que atraviesan en las casas. Evitan utilizar el baño porque, casi de inmediato, se desbordan las aguas negras, inundando todo a su paso.
Están preocupados por la salud de los vecinos; la contaminación de los sanitarios se impregna en el resto del domicilio, causando náuseas y vómitos.
“La ingeniero Adriana Díaz, presidenta de Hidrolara, debería venir a las comunidades, escuchar nuestros planteamientos y brindar solución”.
Mientras que Angélica Mendoza, mencionó que en las noches se vuelven más intensos los olores desagradables que emanan las cloacas. Conciliar el sueño no es tan sencillo para quienes residen en estas comunidades de la parroquia Santa Rosa:
“Aunque cerramos las puertas de los cuartos, hasta allá llega la hediondez de las tuberías obstruidas”, dijo la manifestante.
No hay agua de 10.00 am a 5.00 pm
Frank Tovar, integrante del consejo comunal El Turbio-Santa Rosa, expuso que además de las cloacas colapsadas, Hidrolara debe responder al “estricto” racionamiento del vital líquido que ocurre entre las 10.00 de la mañana y las 5.00 de la tarde.
“Nunca habíamos sufrido por falta de agua; hasta para realizar los quehaceres hay que ingeniárselas. La poca agua que almacenamos es para preparar los alimentos y el aseo personal”. Asimismo explicó que las obras ejecutadas en los últimos años a favor de estas comunidades, ha sido a través del Consejo Federal de Gobierno.
“Si las autoridades del gobierno regional sumaran sus aportes, al menos, el servicio de agua estaría garantizado para todos los que vivimos en la zona”.