El tifón Wipha, considerado el más fuerte de la última década en la zona de Tokio, azotará el miércoles el este de Japón, para luego dirigirse hacia el noreste, donde se encuentra la accidentada central nuclear de Fukushima.
Según la agencia de meteorología japonesa, Wipha se mueve a 30 kilómetros por hora y genera vientos de hasta 180 kilómetros por hora.
Las compañías aéreas japonesas anunciaron la anulación de al menos 500 vuelos el miércoles. Las escuelas pidieron a sus alumnos que permanezcan en sus hogares y varias empresas también pidieron a sus empleados que no vayan a trabajar.
El mes pasado, Tepco, el operador de la central nuclear de Fukushima, que sufrió un grave accidente en 2011, decidió verter al mar cerca de 1.100 toneladas de agua «escasamente» radiactiva, tras el paso del tifón Man-yi.
Un litro de esta agua contiene hasta 24 becquereles de estroncio y otras materias radiactivas. Las autoridades japonesas autorizan que se vierta en el mar siempre y cuando tenga como máximo 30 becquereles por litro.
No obstante, los medios de comunicación japoneses criticaron a Tepco por no medir el nivel de otros elementos radiactivos, como el cesio 134 o el cesio 137.