“Aquí cuando se acercan unas elecciones vienen los políticos a hablarnos de revolución y de las obras previstas, pero es puro bla bla. No hacen nada; aquí no ha llegado ninguna revolución”, comentó un obrero quien transitaba por una de las calles de la capital parroquial al detectar a los periodistas de EL IMPULSO. En realidad, quien visita la agradeable población se percata de la falta de acción oficial desde que ingresa a la carretera que la une con Barquisimeto.
La vía es un gigantesco basurero creado por personas inescrupulosas, quienes lanzan a sus orillas todo tipo de desperdicios, incluyendo partes de vehículos, evidentemente robados.
Verdaderamente da verüenza a los usuarios constatar la falta de conciencia por parte de aquellos que dejan allí su basura sin preocuparse por el daño que causan al ambiente.
Pero la carretera Buena Vista-Barquisimeto no sólo tiene basura que empaña sus paisajes montañosos sino también obstáculos en muchos sitios, producto de frecuentes derrumbes, además de la falta de mantenimiento.
A pocos kilómetros de la polblación existe un sitio considerado como peligroso pues cuando llueve queda cubierto por miles de toneladas de tierra y rocas, una de ellas de grandes proporciones.
“Esa piedra se cayó hace varios meses y no han podido moverla para que los carros pasen sin problemas.
Yo le he quitado unos pedacitos a punta de barra y cuando llueve retiro el barro que se forma, que es como una melcocha por la que no pueden pasar los carros”, dijo José Olivo Colmenares, quien, voluntariamente, se dedica a retirar con una pala el barro que cubre la capa de rodamiento a cambio de las colaboraciones que le dan los viajeros.
Tampoco la entrada a la población se encuentra en buenas condiciones, por el contrario, cada día está más deteriorada y no hay organismo alguno que medie a objeto de lograr que al visitante le queden ganas de volver para disfrutar de su agradable clima y la amabilidad de sus habitantes.
Pero también en Buena Vista tienen poblemas con las quebradas que le cruzan de sur a norte.
Federico Sequera, preocupado por su poblado, dijo que la alcaldía no le hace limpieza a las quebradas y eso impide que las aguas de lluvia que bajan de la parte alta circulen sin problemas hacia el río.
Citó el caso de la batea ubicada en una calle del noreste que hace años la destrozó una crecida y han resultado inútiles las exigencias de que la recontruyan, quedando reducido el paso de los vehículos a un solo canal, y no plenamente.
Sequera cree que la alcaldesa Amalia Sáez desconoce los problemas de Buena Vista debido a que cuando hace una visita sus camaradas de partido no la dejan hablar con la gente y para ellos todo está bien.
“Nadie entiende que si en Buena Vista siempre ganan los chavistas, al menos por agradecimiento, en catorce años deberían preocuparse de hacerle algo al pueblo”, precisó el luchador social.
Los habitantes esperan que antes de entregar el cargo, la alcaldesa Amalia Sáez se acuerde de Buena Vista. De allí salieron muchos votos a su favor.
