El cementerio de Tamaca, ubicado en la parroquia del mismo nombre, en el norte de Barquisimeto, amerita atención oficial. Hasta el apartado camposanto, no llegan los mantenimientos ofrecidos por el gobierno municipal.
Desde hace algunos años, el deterioro en la cerca perimetral es evidente: a pedazos se caen las paredes y también el alfajol; se vuelve muy inseguro el lugar y es un verdadero peligro acudir a la tumba de algún ser querido.
Los habitantes de esta zona del municipio Iribarren, exhortan a la Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica) a fin de que ejecuten una limpieza de la maleza y, lo más importante, levanten la cerca.
Las calles son de tierra
Por otro lado, el mal estado de la vialidad dentro del cementerio, preocupa a los familiares de difuntos que acuden en sus vehículos. Caminos de tierra, entre desniveles, hacen de la visita al camposanto un martirio.
En este sentido, resulta aún más necesaria la colaboración de Emica y es que sólo con el aporte de las autoridades es posible mejorar el rostro de esos espacios.
Un plan de bacheo, favorecería no sólo a los visitantes sino a los propios empleados del cementerio que se encuentra específicamente en la comunidad Las Delicias. Con el Día de los Difuntos, a conmemorarse el 2 de noviembre, sería conveniente una pronta rehabilitación de dicho lugar, de lo contrario, la desidia seguirá reinando.
Asimismo, es necesario que exista una limpieza exhaustiva debido a la gran cantidad de maleza sobre los panteones y demás espacios. Animales se esconden entre el monte, exponiendo a mordeduras y picaduras, a cuantos se encuentran orando por el eterno descanso de sus seres amados.
Algunas personas, por iniciativa propia, hacen mantenimiento; otros en cambio, pagan a terceros para que hagan las labores de limpieza, sin embargo, la mayoría de tumbas están repletas de ramas secas de árboles, incluso, de basura.
De cualquier forma, se requiere de una atención integral que recupere cada una de las áreas del cementerio que data de hace muchas décadas y es el más cercano para los residentes de las parroquias El Cují y Tamaca.
“Ni siquiera para el Día de los Difuntos realizan mantenimiento; la Alcaldía de Iribarren se limita a realizar limpieza en los cementerios principales.
Me da miedo limpiar la tumba porque eso toma tiempo y aquí roban mucho; prefiero pagarle 200 bolívares a un señor para que limpie la tumba de mi abuela”, Yoraima Pérez.
Falla el servicio de agua
Finalmente, los familiares de personas que ahora descansan en el cielo, denuncian la falta de agua en el cementerio. Sin agua, dijo Jesús Torres, es difícil lavar la tumba y cambiar las flores. Tampoco pueden regar los pequeños jardines que algunas personas crean en honor a su familiar.
Solicitan tanto al municipio, en la figura del llenadero San Juan, como a la hidrológica, una pronta colaboración.
Para llenar un tobo, agregó Torres, tiene que esperar cerca de 15 minutos a causa de la poca cantidad que reciben de los grifos.
Una denuncia que corroboran los mismos trabajadores del cementerio pero quienes por temor a perder el empleo no ofrecieron sus nombres.