Seguramente le costará creer que éste artículo no tiene parcialidad política alguna pero es así, simplemente es una visión como ciudadano.
Nos preguntamos la utilidad y relevancia de una Ley Habilitante a sabiendas que Maduro posee control absoluto de las instituciones del Estado, de todas, incluyendo las que deben Controlar y no lo hacen.
Venezuela está inundada de leyes que buscan aplastar la corrupción, solo esperan ser aplicadas y no se hace. Así mismo, es realmente asombroso observar cómo la última década nuestro país también ha sido inundado de dinero por concepto petrolero y aportes impositivos y hoy día nuestra economía no produce ni el 20% de lo que los venezolanos consumimos, todo esto consecuencia de una nefasta consecución de políticas económicas erradas aplicadas por los mismos protagonistas que hoy desfilan en la palestra gubernamental.
Una Ley Habilitante lo que dará son instrumentos legales, así como los que existen y no se aplican, mantendría a los mismos protagonistas políticos que hoy se encargan de aplicar la ley y no lo hacen… entonces ¿es necesaria una Ley Habilitante?
El razonamiento lógico indica a todas luces que ¡no lo es! francamente parece un ardid político para desviar la atención de las cosas que sí son necesarias y no se hacen por incapacidad, terquedad “ideológica” o simplemente por inconveniencia política, una treta para desviar la atención en arenas electorales. Todo gira alrededor de un “diputado 99” a favor del gobierno, a fin que el Psuv se apodere de la mayoría calificada del parlamento requerida constitucionalmente para aprobar el pedimento de Maduro, pero hay muchísimo más, el 99 también serviría para que la bancada oficialista del parlamento pueda nombrar a gusto un Contralor General, Magistrados del TSJ y Rectores CNE afectos al gobierno, lo que es igual a más de lo mismo, funcionarios estos que no velarían imparcialmente por los intereses de la patria sino por los de la corriente partidista que los eligió y ¡adivinen qué! lo que acentuaría aún más la corrupción reinante en el país ¡¿irónico no?! Continúa la política show, los venezolanos se acostumbran al acelerado deterioro de la calidad de vida mientras que los gobernantes miran a otro lado atornillados a las mieles del poder, he allí la inefable afirmación “tenemos el país que merecemos”.
Si se aprueba o no la Ley Habilitante tenga por seguro que usted seguirá igual que hoy: siendo víctima de servicios públicos caotizados, haciendo colas y escondiéndose del hampa.
