Un niño y dos jóvenes que se encontraban en la parte trasera de una casa ubicada en el callejón 9 entre carreras 37 y 38 del barrio San Antonio, a una cuadra de la avenida Ribereña, resultaron levemente heridos, luego que a un camión que transportaba materiales plásticos, le fallaran los frenos y su conductor, para no llegar a una cola de vehículos, intentó maniobrar y chocó contra la vivienda.
“Venía a poca velocidad, pero unas tres cuadras antes del impacto, un diafragma de los frenos me falló, no pude controlar el camión, abajo estaba una cola de carros, por lo cual intenté cruzar para tratar de paralizar la máquina pero le di a la casa”, narró Carlos Julio Ginás, de 62 años, conductor del camión.
Él venía acompañado por su ayudante, quien al momento del siniestro se lanzó del vehículo para evitar ser golpeado, sin embargo, al igual que el conductor, tuvieron algunos traumatismos en los miembros inferiores.
“Yo grité. Estaba sentada, escuché como un terremoto; pensé que se estaba cayendo la casa, cuando salí vi que un camión se estrelló en la vivienda de al lado”, comentó Nancy Figueroa, vecina de los afectados, quien aseguró haber quedado traumatizada, “¡Ay Dios mío, eso fue horrible! Las paredes de la sala se agrietaron.
Mientras que la vivienda víctima del impacto, quedó inservible. Sólo escombros se pudieron observar, pues hasta los enseres de la familia que allí habita fueron acabados producto del fuerte golpe.
En el lugar del suceso, se observó el camión volteado de medio lado, el cual recuperó la estabilidad con apoyo de funcionarios de rescate, Protección Civil y el Cuerpo de Bomberos de Iribarren, quienes rápidamente prestaron la colaboración necesaria para auxiliar a los lesionados, llevados al Hospital Central Antonio María Pineda. Los identificaron como Randy Dobobuto, de 18 años y tío de un joven de 15 años y una niña de tan sólo 5 años de edad.
Ginás, quien tiene más de 20 años conduciendo camiones de carga pesada y el tiempo que también lleva laborando en la empresa Implast, “venía desde el centro de repartir parte de la mercancía, iba a otro negocio y luego a Valencia, de donde veníamos”.