La joven paquistaní Malala Yousafzai, que sobrevivió a un intento de asesinato de los talibanes hace un año, manifestó al presidente estadounidense, Barack Obama, su preocupación respecto a los ataques de drones en su país, según un comunicado divulgado este sábado.
«Yo (…) manifesté mis inquietudes con respecto a los ataques de drones, que alimentan el terrorismo», declaró Malala, de 16 años, al término de una reunión el viernes en la Casa Blanca con Obama y su esposa, Michelle.
«Víctimas inocentes han muerto por estas acciones, que alimentan el resentimiento en el seno de la población paquistaní», señaló la joven, que recibió el jueves el premio Sajarov a los derechos humanos del Parlamento Europeo por su campaña para la escolarización de las niñas.
«Si concentramos nuestros esfuerzos en la educación, habrá un gran impacto», agregó, invitando a Estados Unidos a llevar adelante una «mayor cooperación» con el gobierno paquistaní de Nawaz Sharif.
Malala actúa de manera «impresionante e inspiradora» para las niñas y jóvenes de Pakistán, señaló la pareja presidencial en un comunicado al finalizar el encuentro.
Washington utiliza aviones no tripulados contra los militantes islamistas del noroeste de Pakistán, con el argumento de que los talibanes y Al Qaida constituyen un peligro para Afganistán y Occidente en general.
La adolescente sobrevivió a un ataque de los talibanes en 2012 en Mingora, Pakistán, donde los insurgentes habían impuesto su versión radical de la ley islámica entre 2007 y 2009.
Después de eso se convirtió en militante internacional por los derechos de la educación y contra el extremismo religioso, expresándose en tribunas como Naciones Unidas.