Las esperanzas de resolver en los próximos días la crisis fiscal que atraviesa Estados Unidos se desvanecían el sábado en el Capitolio, luego de que fracasaran los esfuerzos del presidente Barack Obama por llegar a un acuerdo con los congresistas republicanos de la Cámara de Representantes.
El foco ahora cambió a las ideas de los senadores republicanos de terminar con la paralización parcial del Gobierno y elevar la autoridad de endeudamiento gubernamental, cuyo plazo finaliza el 17 de octubre.
«No hay acuerdo; no hay negociaciones en curso», dijo el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, en una reunión entre legisladores republicanos, de acuerdo a declaraciones dadas por el congresista Richard Hudson.
La Casa Blanca expresó profundas reservas con el plan de Boehner de aumentar el límite de deuda sólo hasta el 22 de noviembre, además de otras demandas que habrían requerido una serie de negociaciones adicionales bajo la amenaza de un cese de pagos y una extensión de la paralización del Gobierno.
Sin embargo, parecía crecer el interés por un plan esbozado por la senadora republicana Susan Collins, que permitiría financiar las operaciones del Gobierno por otros seis meses en sus niveles actuales y extendería la autoridad de endeudamiento del Departamento del Tesoro hasta el 31 de enero.
Sin una acción del Congreso, Estados Unidos entrará en un cese de pago de su deuda el jueves, cuando el Tesoro advierta que su autoridad de endeudamiento se encuentra agotada.
Varios parlamentarios se dirigían a sus distritos tras ser informados de que no habrían votaciones antes del lunes.
El actual panorama mermó parte del optimismo que existía ante la posibilidad de alcanzar un acuerdo rápido este fin de semana.
«Estaba optimista ayer en la mañana», dijo a Reuters el sábado David French, un importante negociador de la Federación Nacional de Minoristas. «Estoy un poco menos optimista hoy, al igual que la gente con la que he hablado» en el Capitolio, agregó.
Compañías y asociaciones comerciales han incrementado las negociaciones en el Capitolio a medida que se aproxima el plazo sobre el límite de deuda.
Los minoristas están preocupados principalmente de que se inicie la temporada de Navidad con los temores sobre el límite de deuda pesando sobre la economía.