En las inmediaciones de la morgue del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda, familiares de los occisos Pedro Antonio Vargas (25), funcionario de la Policía del estado Lara, y Luis Alfredo Martínez Nieves (21), mecánico de oficio, aún esperaban ayer por la entrega de los cuerpos para darles santa sepultura.
Cabe destacar que los dos hombres resultaron muertos la madrugada del lunes afuera de un club en Santa Inés, municipio Urdaneta. Mairene Nelo, esposa del efectivo policial, en medio del llanto, expresó: “Aún no puedo creer lo que pasó. No le robaron nada. Sí sé que tenía enemigos por varios de los procedimientos que había efectuado”.
La madre de una niña de 4 años que ha quedado sin padre, presumió que el homicida podría ser alguien a quien detuvo su marido en alguna ocasión. Confirmó que el efectivo estaba de vacaciones y también conocía al otro fallecido, aclarando, sin embargo que no eran amigos cercanos. “Sólo pido que se haga justicia”, dijo.
También sobre el hecho se pronunció Ernesto Catarí, primo del funcionario ultimado: “Yo vivo en Moroturo y él residía en Santa Inés, pero allí no se puede hacer nada porque es demasiada la inseguridad y cada vez es peor la situación. Tiene que hacerse justicia”.
Asimismo dio a conocer que en la zona donde se había producido el hecho, había tenido lugar, en repetidas ocasiones, el robo de motocicletas.
Igualmente estaba presente en el lugar Livia Nieves, madre de Luis Alfredo Martínez Nieves, quien reiteró que lo único que sabía sobre lo ocurrido era que su hijo había salido a comprar cigarrillos y casualmente se dirigió al sitio donde se desató el tiroteo en el cual también perdió la vida el efectivo de Polilara. Sin embargo, decidió no seguir declarando por razones que prefirió reservarse.
De manera extraoficial, se pudo conocer que el cuerpo del efectivo caído, sería trasladado hasta la población de Siquisique, donde sus familiares y allegados efectuarían el correspondiente sepelio.