Al conducir el 90% del cerebro trabaja con la visión y la coordinación motora, si estos conductores no han sido capacitados o tienen antecedentes de enfermedades como problemas visuales, hipertensión arterial, estrés o depresión, se tendrán problemas al conducir vehículos de este tipo y en esas condiciones.
Así lo explicó el Dr. Rubén Darío Lopera, especialista en medicina vial, respecto a la conducción de los autobuses del sistema de transporte masivo Transbarca y el hecho de que deban manejar en sentido contrario a los demás vehículos automotores que se desplazan por las avenidas Venezuela, Libertador y 20.
“Si se cambia el patrón de visión y además se colocan dos vehículos en sentidos diferentes en una misma vía, los conductores deben adaptarse, sobre todo en días donde se presenta un tráfico pesado. Aún los conductores están en período de adaptación y puede durar de seis meses a un año para que se normalice y se encuentren las fallas”.
Para Lopera, los conductores del Transbarca deben tener una gran concentración, sobre todo en la vía exclusiva, pues cualquier error podría convertirse en un accidente, un choque de frente con los demás vehículos que transitan por el canal regular. Además en temporada de lluvias debe existir una capacitación especifica, pues los canales tienen muy cortas dimensiones.
“Deben ser conductores jóvenes de fácil adaptación. En parte psicológica deben estar atentos a la vía, sin ningún tipo de distracción. El venezolano es un conductor violento, por ello es importante que estos choferes tengan un conocimiento de sus dimensiones y concentración para llevar estos vehículos de grandes dimensiones por las vías establecidas”.
La coordinación motora y la práctica son básicas para los conductores del Transbarca, con una inducción permanente que les permita manejar la situación, sobre todo en vías tan cambiantes como calles exclusivas y calles compartidas con el tráfico regular.
“La selección de los conductores no debió hacerse a la ligera, debían tener características específicas y no tener enfermedades de vieja data que afecten su desenvolvimiento al volante”.
Además, destacó que los usuarios deben también ajustarse a las normas de tránsito, una lucha que ha mantenido constantemente con los barquisimetanos pero que no ha logrado hacer entender. El uso de los pasos peatonales y el respeto a las paradas son la base fundamental para que el sistema de transporte funcione a largo plazo y sin hechos que lamentar.