En el Teatro Juares: Ramone Díaz triunfó con su lírica italiana

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Ramone Díaz se apoderó del Teatro Juares junto a su banda, el domingo pasado, para ofrecer el concierto Strada Facendo, en homenaje a Claudio Baglioni.

La lírica italiana conquistó al público que apreció la faceta poco conocida de Ramone Díaz. Esa noche no dirigió al Teatro Andante, como acostumbra. Más bien se dejó llevar por el sentimiento musical. Pero nunca olvidó sus raíces y logró incorporar a la puesta en escena otras manifestaciones que deleitaron a los melómanos.

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El arte en su mejor expresión se adueñó del recinto.

Díaz recitó y cantó exquisitas composiciones que enaltecen el valor de la vida, la familia y la unión.

La obra de Claudio Baglioni, uno de los cantautores más distinguidos de Italia, fue interpretada con el corazón. La partitura era renovada. Otros matices, texturas y estilos llenaban de gloria el Teatro Juares.

El repertorio de 15 temas desató un sinfín de emociones en la audiencia que asistió al espectáculo local con acento internacional.

Junto a Díaz se presentaron Alí José Rodríguez en la batería, Dany Anka en el bajo, Pedro Arteaga y Miguel Robles en las guitarras, René Zerpa en el teclado, Andrés Díaz en la trompeta, Egilda Pérez en el saxofón, Sheijer en el bandoneón y Verónica Salas junto a Feyder Barradas en los coros.

Repertorio sentimental

Quince temas con dedicatoria, cantados desde la sensibilidad, relatados desde la emoción. Díaz quien no se limitó a interpretar cada pieza. Se atrevió a contar la historia detrás de esas historias concebidas por Baglioni desde los años 70 hasta ahora.

Strada Facendo, la primera canción de la noche. Considerada una de las canciones más exitosas del ícono de Europa, se trata de una remembranza por todo lo que sucede en la vida de las personas.

Le siguieron otros clásicos como Tu come stai y Hermano sol, hermana luna.

Poesía del alma

Baglioni no es sólo músico. Más allá de sus estudios de armonía y canto, es poeta, escritor y arquitecto, destacó Díaz.
Para referirse al Baglioni literario, Díaz llamó al escenario al también músico y escritor Zakarías Zafra Fernández.

“Ha sido una sorpresa encontrarme con la obra poética de Baglioni. Lo conocía como cantautor. Al leer uno de sus textos, pude percibir verdaderamente lo que es la poesía como hecho cotidiano (…) Él hace imágenes poéticas, son más que simples letras de canciones”, reflexionó Zafra.

Exaltó el tratamiento del lenguaje que ha brindado Baglioni a sus dos obras, tanto literaria como musical.
“Una de las cosas que más me ha gustado de Baglioni es su letra y su lírica”, agregó Díaz.

Luego de declamar la pluma del homenajeado, el intérprete entonó los versos de Tendrás.

En perfecta sintonía, la joven Egilda Pérez llegó a las tablas con su saxofón para hacer el dúo perfecto con Díaz. Juntos dieron otra lectura a Un po di piu.

Vítores y aplausos fueron la antesala de la siguiente pieza. El romance se adueñó del público con Io del mare, una leyenda llevada al lenguaje universal.

Fue el turno de la acrobacia y Luiggi Rivas se refugió en las telas para dar vida a ese relato de amor, entre contornos y movimientos.

Dos talentos del Teatro Andante irrumpieron en el siguiente tema, como payasos. Así, el artista alzó su voz para entonar E Adesso la pubblicità, una crítica a la obsesión por la televisión, compuesta cuando lanzaron al mercado las antenas parabólicas.

Una pareja de la Academia Tango Romance, dirigida por el maestro Alessandro Garagozzo, conquistó a los presentes con su seductor baile, mientras escuchaban Poster.

El trompetista Andrés Díaz, de la banda de Oscar D’ León, se lució con la obra Con tutto l’amore che possto.

Más invitados se hicieron sentir. La voz de Zoila Medina se sumó a la travesía con Io ne ne andrei.

Y de nuevo, el arte en movimiento sorprendió. Valentina Santander, de la Academia de Ballet de Luisa Suárez, representó a través de la danza la pieza Questo piccolo grande amore.

Díaz aprovechó cada oportunidad para felicitar a instituciones y figuras de la región. Entre ellas pidió aplausos para las Buscadoras de tesoros, que cumplen su 14 aniversario.

Recordando a su padre, el maestro Ramón Díaz Lugo, el músico sorprendió a los melómanos con una versión en francés del bolero La historia de un amor. Así rindió tributo a la Alianza Francesa.

Y retomando la lírica italiana, Díaz se despidió con La vita e adesso.

Como un éxito, un triunfo y un logro describió el virtuoso esta experiencia que se repetirá el año próximo.

 

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