Un equipo de investigadores sudafricanos identificó por primera vez los restos de un cometa que estalló sobre Egipto al entrar en la atmósfera hace 28 millones de años, informó este martes la Universidad de Witwatersrand (Wits), en Johannesburgo.
Además de detruir toda forma de vida alrededor de la zona del impacto, la explosión hizo aumentar la temperatura de la arena hasta los 2.000°C, lo que provocó la formación de una cantidad impresionante de cristal de silicio amarillo dispersado en unos 6.000 km2 por el Sáhara, indicó la fuente.
La pieza central de un broche del faraón Tutankamon que representa un escarabajo fue realizada a partir de este cristal, asegura la universidad sudafricana.
Gracias al estudio de una misteriosa piedrecita negra hallada en 1996 por un geólogo egipcio en el interior de un pedazo de cristal de silicio, el equipo de investigadores está convencido de haber encontrado «el primer ejemplar conocido del nucleo de un cometa, y no sólo un tipo poco común de meteorito».
Se trata de «la primera prueba de un cometa que entró en la atmósfera terrestre y explotó», subrayó la universidad sudafricana, indicando que la piedrecita de 30 gramos tenía un «componente extraterrestre».
«Contiene un 65% de carbono, frente a los meteoritos, que contienen solamente un 3% de carbono», explicó a la AFP el catedrático Jan Krammers, del departamento de Geología de la Universidad de Johannesburgo.
La explosión originó también diamantes microscópicos, una piedra preciosa que se forma con carbono sometido a una temperatura y una presión extremas.
Los cometas, que son bolas de nieve mezcladas con polvo cósmico, «visitan siempre nuestros cielos», explicó el profesor David Block, citado en el comunicado de Wits, donde dirige el laboratorio de polvo cósmico.
Pero nunca antes en la historia de la materia se había encontrado un cometa sobre la tierra».
Hasta el momento sólo se había identificado polvo rico en carbono en el hielo del Ártico, o partículas de polvo microscópicas en la alta atmósfera.
«La NASA y la ESA (Agencia Espacial Europea, ndlr) han gastado miles de millones de dólares para recoger algunos miligramos de material de cometa en la tierra, y ahora tenemos un enfoque nuevo (…) para estudiar este material sin gastar miles de millones de dólares para ir a buscarlo», ironizó Kramers.
«Los cometas contienen la clave que permite comprender la formación de nuestro sistema solar, y este descubrimiento nos ofrece una ocasión sin precedentes para estudiar el material de los cometas de primera mano», subrayó por su parte Block.
Foto: Archivo