El ministro de Petróleo, Rafael Ramírez, afirmó el lunes que el gobierno venezolano no tiene ningún problema que la corporación rusa Rosneft asuma la participación de su socia Lukoil en un proyecto de la faja oriental del Orinoco.
Ramírez desestimó que la compañía rusa Lukoil abandone el consorcio que está participando en el proyecto Junin 6 de la faja del Orinoco, y dijo a la prensa que «nosotros no tenemos nada que hablar con Lukoil… eso es tema entre rusos. Nosotros no nos vamos a meter ahí».
El ministro y presidente de Petróleos de Venezuela S.A. indicó que «nosotros no tendríamos ningún problema» en autorizar que Rosneft adquiera la participación de Lukoil en Junin 6, tal como han señalado versiones de prensa.
El consorcio ruso integrado por Rosneft, Gazprom y Lukoil posee una participación de 40% en Junin 6, mientras que PDVSA tiene 60% restante.
Lukoil ha justificado su salida del proyecto petrolero venezolano alegando que aspira una mejora de sus activos.
En los últimos años Rosneft ha incrementado sus negocios en Venezuela, que es el mayor exportador de crudos de Suramérica. En mayo aprobó un préstamo de 1.500 millones de dólares para PDVSA como parte de un acuerdo que le permitirá a la petrolera rusa participar en un proyecto de la faja del Orinoco. También suscribió un acuerdo con PDVSA para la constitución de la empresa mixta Petrovictoria que explotará las áreas 2 y 4 del bloque Carabobo en la faja del Orinoco.
Ramírez ratificó la participación de PDVSA junto con la petrolera estatal Petrobras en el proyecto de la refinería Abreu e Lima en el estado nororiental brasileño de Recife.
«Si estamos (en la refinería) solo que no vamos a negociar por micrófono», indicó el ministro venezolano al rechazar las versiones de que PDVSA había salido del proyecto.
Al ser preguntado de por qué PDVSA se ha demorado en definir su participación y aporte financiero para la refinería Abreu e Lima que se viene negociando desde hace ocho años, el ministro dijo que esos proyectos son «muy costosos», y «tenemos que cuidar también como hacemos las cosas».
Las corporaciones de Venezuela y Brasil abrieron negociaciones en 2005 para construir la refinería, pero Petrobras inició las obras tres años después sin participación venezolana por falta de un entendimiento con PDVSA sobre su aporte.
Según el acuerdo inicial, la refinería valorada en 12.000 millones de dólares, sería construida con 60% de aporte de Petrobras y 40% de PDVSA.
PDVSA instaló este lunes una rueda de negocios con ocho empresas de la India para evaluar las posibilidades de nuevas operaciones en la faja del Orinoco.