La Mesa de la Unidad se pronunció a través de un comunicado para expresar su inconformidad con el manejo y las decisiones del gobierno nacional en materia Agrícola. Calificaron las medidas como «propaganda y mentira».
Ante las reiteradas afirmaciones del ministro el ministro de Agricultura y Tierra Yván Gil, sobre el crecimiento de los proyectos que desde esa cartera se manejan, la Mesa de la Unidad Democrática siempre consecuente con la realidad que se vive en el país y no con la propaganda y mentira que constantemente se vende desde el gobierno nacional, fija posición al respecto.
El ministro Yván Gil, ha desarrollado últimamente una profusa campaña de promesas y potenciales logros que nos llaman a reflexionar y comentar.
Son promesas incoherentes. Salvo el anuncio de extender el «Programa Pidel», el cual viene funcionando desde hace 7 años, lo demás son ofrecimientos electorales.
El Ministro ofrece:
1. Importación de vientres lecheros. Nos preguntamos, ¿dónde están y cuál ha sido el efecto de los más de 40.000 vientres importados en los últimos cuatro (4) años? ¿Quién los selecciona?, ¿cuál es su verdadero costo y su valor de importación? ¿Qué organismo u institución gremial de Brasil certifica esa genética y «Alta Calidad»?
2. Entrega de equipos y tanques de enfriamiento para las fincas. ¿Y cómo funcionarán esos tanques si no hay electricidad? ¿Cómo se podrá día a día sacar a los centros de recepción la leche «fría» si no hay vías de comunicación adecuadas?
3. Relanzamiento de plan semillas. ¿Cuántos planes van ya? Cada ministro que llega relanza un nuevo plan y no se auditan los recursos dilapidados a la fecha. ¿Por qué?
4. Reactivación de «empresas ganaderas». Nuevamente el ministro habla de «reactivación». Y los esfuerzos anteriores, ¿cuál es el resultado de la evaluación de su fracaso? ¿Dónde están los semovientes que habían en esas empresas para reactivar? ¿Seguimos pensando que las empresas productoras deben ser del Estado?, ¿o es que la reactivación es devolverle a sus antiguos dueños las fincas expropiadas?
5. Traer Genética Cárnica. ¿Es que no se conoce lo que existe en el país? ¿No se conoce que hay la suficiente y extrema calidad de ganaderías cárnicas?
Sr Ministro, simplemente lo que no tiene nuestro productor es rentabilidad y seguridad. De eso no se habla. ¿Cómo puede Ud. hablar de recuperar la ganadería cárnica y láctea si no se garantizan precios y seguridad jurídica y personal?
Por último y como guinda en el cóctel de ofrecimientos gubernamental, es el desarrollo de 90 has de cultivos protegidos. ¿Por qué en vez de seguir botando plata y generando negocios importando tecnologías, no se ponen a funcionar las cientos de hectáreas de esos «cultivos protegidos» que están en Aragua, Carabobo, Portuguesa, Barinas y Lara? ¿Dónde está la capacitación para este manejo de alta tecnología?
¿O es que acaso Ministro, lo importante es el acto de importar por el negocio de importar, sin saber qué pasa después?
Sr. Ministro, la verdad, esto es más de lo mismo. ¿Cuántos planes (12 o 13) de recuperación y autoabastecimiento hemos oído en los últimos 14 años? Lo que hoy se promete, ¿no es lo mismo que prometieron Andrade, Albarrán, Márquez, Jaua (2 veces), Loyo (2 veces), y cada día hay menos soberanía alimentaria y ya no tenemos reales para garantizar la seguridad alimentaria?
Se promete bajar las importaciones en 90%. ¿Será poniendo a todo el país a pasar hambre? Porque para que tengamos producción nacional es necesario:
Primero: concertar y consensuar con los empresarios nacionales ese programa nacional y no seguir insultándolos, dividiendo que hay unos «patriotas» y otros no. Es que ya les da pena llamar a los empresarios afines «revolucionarios» y por eso los catalogamos ahora de patriotas. No señor, ministro, los productores agrícolas no son ni patriotas, ni revolucionarios, ni golpistas, ni explotadores. Son venezolanos, comprometidos con su país y que lo único que desean, es que los tomen en cuenta, les definan las reglas del juego en forma transparente y les garanticen rentabilidad. Y lo más importante, que los dejen trabajar.
Segundo: garantizar rentabilidad en la actividad y seguridad jurídica y personal en el campo venezolano.
Después que un gobierno tome estas últimas medidas, es que podemos hablar de recuperación agrícola en Venezuela. Y, desde ese momento se necesitará por lo menos 2 a 3 años para recuperar los cultivos de siembra y ciclo corto (vegetales y cereales); 5 años para los cultivos de ciclo medio (oleaginosas y azúcar) y más de 10 años para la ganadería (leche y carne).
Entonces Sr. Ministro, explíquele al país cómo es eso que bajaremos la dependencia alimentaria en un 90%, si no concertamos honestamente con los productores nacionales y no garantizamos rentabilidad en la actividad agrícola nacional.
Nos preguntamos: ¿solo con más empresas agrícolas del Estado o productores «patriotas» que solo reciben dádivas a cambio de lealtad política?
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