Otra vez Miley Cyrus acapara los titulares por las razones equivocadas: una discusión pública con la cantante irlandesa Sinead O’Connor deja en evidencia que la exestrella de Disney esté tal vez a las puertas de su caída en desgracia.
La ahora chica mala del pop, que le debe la fama a su inocente interpretación de «Hannah Montana», ganó notoriedad ante un público más amplio en agosto, cuando escandalizó a los televidentes frotando su trasero contra los genitales del cantante Robin Thicke, durante los MTV Video Music Awards.
Luego vino el video de su último single «Wrecking Ball», en el cual Cyrus se balancea sensualmente sobre una bola de demolición, por momentos del todo desnuda excepto por un par de botas, y lame un martillo de una forma tan sugestiva que es casi risible.
La actriz y cantante de 20 años se ha defendido de las críticas argumentando que aún está creciendo.
Pero, sobre todo, estos autogenerados escándalos son parte de la estrategia de mercadeo de su próximo disco, «Bangerz», que sale a la venta la semana próxima.
No obstante, algunos advierten que a pesar de que estas polémicas son intencionales, la joven corre el riesgo de seguir los pasos de estrellas caídas como Lindsay Lohan, Britney Spears y, más recientemente, Zac Efron.
«Este tipo de publicidad convierte en objeto de burla a estos niños-estrella, que están en tiempos de transición y que realmente tenían carreras prometedoras. Lindsay Lohan sufrió mucho por ello», dijo Robert Thompson, profesor de cultura pop en la Universidad de Syracuse, a la AFP.
Miley está «en ese camino. Todos los comentarios que hemos escuchado sobre Miley Cyrus en las últimas semanas han sido alguna forma de burla y, a menudo, de desprecio», añadió.
Esta semana, la actriz se embrolló en una nada digna discusión pública con Sinead O’Connor, de 46 años, quien amenazó con tomar acciones legales.
El enfrentamiento entre ambas comenzó cuando Cyrus dijo en una entrevista de tapa a la revista Rolling Stone que «Wrecking Ball» estaba inspirado en el video «Nothing Compares 2 U», de O’Connor.
La británica respondió, en una carta abierta, que le complacía ser vista como un modelo a seguir y aconsejó a la joven que dejara de prostituirse para complacer a los productores musicales.
«Me preocupa muchísimo que aquellos que te rodean te hayan hecho creer, o te hayan alentado a creer por tu propia cuenta, que es ‘cool’ aparecer desnuda lamiendo martillos en tus videos», escribió.
Miley contraatacó con una ráfaga de tuits. Refiriéndose a Amanda Bynes, una atribulada exestrella infantil con problemas de salud mental, sacó a relucir el desorden bipolar del que sufre O’Connor.
A continuación, la cantante irlandesa amenazó a Cyrus este viernes con acciones legales si no se disculpaba públicamente.
«¿Cómo te sientes cuando tu amiga Britney Spears es ridiculizada y humillada por tener problemas de salud mental?», escribió O’Connor.
Ser famoso puede ser muy divertido, dijo la cantante, pero advirtió: «Pronto serás la víctima de ello. Pronto serás la próxima ‘loca’ para la prensa. Y créeme que no lo vas a disfrutar».
Existe una larga tradición de niños estrella con dificultades al crecer.
Los más célebres tal vez sean Michael Jackson, Spears y Lohan. Pero también han sufrido este fenómeno Macaulay Culkin, Demi Lovato y Zac Efron, quien ingresó recientemente a un centro de rehabilitación.
El cantante pop Justin Bieber ha dado varios pasos en falso, entre ellos varias escaramuzas con la ley, lo cual es mencionado por Cyrus en su entrevista con la Rolling Stone.
«Sí le doy consejos en cierto sentido. Porque yo he estado haciendo esto… por mucho tiempo. Ya hice mi transición y no pienso que él la haya hecho todavía», dijo a la revista.
Las dificultades que enfrentan los niños estrella se agudizan hoy día por el escrutinio constante de los medios en línea y las redes sociales, dijo el académico Thompson.
«Me impresiona que esto no le suceda a todos los niños estrella. Cuando se tiene tanto éxito, dinero y poder… es difícil de manejar para un adulto racional. No sé cómo un niño es capaz manejarlo».