Las colas de la humillación

Parece que otra de las bondades del Socialismo del siglo XXI es que para comer o mejor dicho para encontrar la comida tenemos obligatoriamente que hacer colas, inmensas e infernales colas, para comprar harina, aceite, azúcar, mantequilla, arroz y ahora tenemos que agregar otro producto impensable, inexplicable, absurdo como ha ocurrido con el papel higiénico, cuya escasez que nunca había ocurrido en el País, se ha convertido en otros países con menos recursos, en motivo de risas “y ni siquiera tienen papel higiénico y son ricos”. Ahora tenemos que hacer colas para que te vendan lo que el socialismo quiere, cuando quiera y racionado. Qué humillación y sumisión estamos viviendo todos los venezolanos, menos los Socialistas “quienes tienen todo y no les falta nada”.
Las colas humillantes se han convertido en el día a día, por lo que tenemos que hacer para tratar de llevar algo a la casa, ha sido una meta del socialismo que para todo debemos hacer colas y por supuesto ésta resulta más denigrante porque nunca habíamos vivido una situación tan difícil como la que estamos pasando, por las malas políticas económicas implementadas por estos incapaces e ineficientes quienes nos están llevando a tocar fondo.
En la IV República como lo llaman los dueños del poder, se hacían sobre todo largas colas para la compra de las entradas a espectáculos públicos, presentaciones de artistas famosos, ir a un estadio para ver un juego de Caracas vs Magallanes. Hoy en la famosa y distorsionada V República, tenemos que hacer colas para comprar papel higiénico y por supuesto los alimentos de primera necesidad.
Hoy me pregunto ¿qué pasó con mi país? Que ha tenido una transformación tan negativa, perjudicial y humillante como la que vivimos en estos momentos: alimentos de la cesta básica perdidos en el espacio, gran escasez, acaparamiento, expropiaciones, invasiones y los precios del petróleo altos, entonces ¿qué es lo que está pasando? Todo lo que ocurre es una muestra de la implementación de políticas económicas desacertadas, incongruentes, donde parece que se cumple el dicho “oscuridad para la casa y claridad para la calle”.
Las colas de la humillación, representan claramente las malas y equivocadas políticas desarrolladas por el gobierno socialista que no encuentra, ni encontrará el rumbo para enderezar al país y encaminarlo hacia el desarrollo y la producción.