La mañana de ayer fue reportado un doble homicidio en el sector El Veral, vía El Tural, como a media hora en vehículo de la vía Tamaca-El Cují, al norte de Barquisimeto, cuyas víctimas fueron identificadas como Adolfo José Pérez (21) y un adolescente de 17 años. Se presume el robo como posible móvil del hecho, ya que ambos abordaban una motocicleta que no se encontraba en el sitio donde yacían los cuerpos, a la vez que tampoco se hallaron las pertenencias que llevaban consigo, como celulares y billeteras.
Según informó una tía política del mayor de los occisos, quien prefirió que no se revelara su nombre, hacía varios meses que Adolfo asistía a una iglesia cristiana, y a principios de esta semana se había ido a casa de su suegra a pasar tiempo con su novia, de donde habría salido al mediodía del miércoles para volver a la vivienda de su madre. Cabe destacar que ambas residencias se localizan en el sector Carorita Baja.
La novia del joven habría llamado por teléfono a casa de su familia para cerciorarse de que su pareja había llegado bien. Sin embargo ya eran las 6:00 de la tarde y nadie sabía del paradero de Adolfo. Por tal motivo, los parientes del ahora occiso decidieron ir ante las diferentes coordinaciones policiales del sector para reportarlo como desaparecido.
No obstante, la tía señaló que los funcionarios no podían emprender una búsqueda, pues aún no habían pasado 24 horas desde la última vez que la novia de Adolfo lo había visto. Fue así que a las 10:00 de la noche del mismo miércoles sus parientes decidieron buscarlo por su propia cuenta y finalmente, a las 2:00 de la madrugada de ayer, hallaron el cuerpo sin vida de Adolfo junto al del menor, cerca de una quebrada en una curva del camino de tierra que lleva a El Tural.
El sitio está muy alejado de los caseríos de la zona y también está rodeado de una gran cantidad de maleza, por lo que se supone que los presuntos asaltantes habrían elegido ese sitio para abandonar los cuerpos luego de despojarlos de sus pertenencias.
Se pudo conocer también que Adolfo era comerciante, pues administraba una pequeña bodega. Asimismo, le gustaba jugar fútbol. En cuanto al menor que resultó muerto en el hecho criminal, y quien residía en el casería El Tural, su padre manifestó que era amigo de Adolfo y al igual que él gustaba mucho del deporte.
El adolescente habría adquirido hacía un mes la moto en la que ambos se trasladaban, y desde niño había trabajado junto a su progenitor vendiendo piña. El joven dejó una pareja, quien está embarazada.
Cerca de las 11:00 de la mañana de ayer, efectivos del Centro de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas trasladaron los cuerpos de las víctimas hasta la morgue del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda, donde se pudo observar que ambos presentaban impactos de bala en la cabeza.