El papa realizó un peregrinaje el viernes al poblado italiano de Asís siguiendo los pasos de San Francisco, el fraile del siglo XII que renunció a una vida de riquezas y disolución para abrazar la pobreza y el servicio a los pobres.
De acuerdo con la tradición, Dios le dijo a San Francisco que reparara “mi casa».
En palabras y obras, el primer pontífice en tomar el nombre del santo ha especificado claramente cómo desea seguir esa orden. Francisco intenta dar forma a una Iglesia que reciba a todos, pero especialmente a los más marginados, con una jerarquía eclesiástica digna de su grey de 1.200 millones de personas.