Los transportistas de la línea Alas del Norte, con servicio en las parroquias El Cují y Tamaca, están cansados de ser víctimas del hampa. El disgusto con los antisociales y cuerpos de seguridad, quedó demostrado este lunes en horas de la mañana, cuando cerraron la intercomunal Barquisimeto-Duaca en ambos sentidos.
Por temor a recibir agresiones del hampa, los manifestantes no brindaron sus nombres ni permitieron fotografías. No obstante, desde el anonimato, relataron las “pesadillas” que viven en manos de los delincuentes; ayer justamente fue robada una de las unidades cuando apenas eran las 5.00 de la mañana.
“Estamos hartos de los robos a mano armada; atracan a los pasajeros y a nosotros nos quitan las pocas ganancias del día. Las autoridades del municipio y región no hacen nada para ayudarnos. Queremos que aparezca el carro robado esta mañana (ayer) por cuanto es el medio de trabajo de nuestro compañero”, sostuvo uno de los choferes.
Carorita es el blanco
De acuerdo a los testimonios de los conductores del transporte público que prestan su servicio en el norte de la ciudad, la comunidad Carorita es “zona roja” desde hace varios años y, circular a cualquier hora por el sector, representa un verdadero peligro.
“Todas las veces que nos han robado ha sido en Carorita. Solicitamos la presencia de la Guardia Nacional, de la Policía Bolivariana y del estado para que tomen esa comunidad y todas las del norte para que tanto los pasajeros como el sector transporte estemos seguros”, añadió otro de los conductores afectados.
Cabe resaltar que incluso los transportistas de cisternas son víctimas de la delincuencia en dichas parroquias del municipio Iribarren. La semana pasada, dos unidades que pertenecen al llenadero San Juan, fueron separadas de sus dueños al ser amenazados con armas de fuegos.
De no contar con las atenciones de seguridad, los manifestantes aseguraron que cerrarán la misma vía en las próximas horas hasta tanto mejoren las condiciones para laborar en los vecindarios que presentan un alto índice de peligrosidad.
Más de 200 profesionales del volante se sumaron a la protesta pacífica de este lunes.
¿Quiénes sufren las consecuencias?
Por otra parte, resalta la preocupación de los habitantes de las parroquias El Cují y Tamaca, quienes frecuentemente llegan retrasados a sus lugares de trabajos debido a las protestas que son comunes en la intercomunal Barquisimeto-Duaca.
Bajo el sol, caminan largos tramos como consecuencia de los cierres de vías en la zona norte. La semana pasada, una protesta también agotó la paciencia de los residentes. Está la molestia de caminar y caminar, pero adicional a eso, las grandes incomodidades causadas a personas enfermas y de la tercera edad.
Beatriz Delgado, habitante de Las Casitas, declaró que por segunda vez debió postergar una cita en el Hospital Central Antonio María Pineda (Hcamp) a causa de las manifestaciones.
Mientras que a lo largo de la mencionada vía, se notaban a los adultos mayores fatigados por el sol y la caminata involuntaria. “Así como los transportistas están cansados de los atracos y robos de las unidades, nosotros los habitantes del norte, tenemos una queja en contra de todos aquellos que protestan en plena vía”, expuso Luis Medina, de Los Rastrojitos.
Cerca de mediodía, los manifestantes y cuerpos de seguridad, acordaron iniciar mesas de trabajo para abordar el tema de la inseguridad mediante mecanismos de inteligencia que brinde protección y tranquilidad a los ciudadanos que residen o laboran hacia este lado de la ciudad.