Luego de las ocho de la noche de este lunes, un torrencial aguacero sorprendió nuevamente a las familias de la zona rural, quienes comenzaron a recoger los “coroticos”, por temor a la quebrada Tabure que desbordó sus aguas por la poca capacidad de sus puentes y cajones de paso.
Según Jorge Luis Castillo, dirigente de Proyecto Palavecino, una Asociación Civil dedicada a labores sociales dentro de la jurisdicción, narró que recibió varias llamadas de habitantes de La Nicaciera (El Tamarindo), y otras de El Mayal, vecinos que le alertaron del nivel alcanzado por el afluente citado.
En efecto, relató el dirigente social, que casi a las diez de la noche trató de acercarse a estas comunidades pero ya el agua anegaba la carretera que comunica El Placer con El Tamarindo, cuya fuerza del agua que pasaba por encima del puente El Tamayal, daba cuenta de la gravedad del asunto.
Dijo que otro cajón de paso que quedó bajo el agua y los sedimentos, fue el ubicado en El Mayal.
“Allí, el agua, el barro, palos y toda clase de desechos, afectaron las viviendas que limitan con la carretera, a unos sesenta metros del cauce, deteriorando los enseres de estas humildes familias”, narró Castillo.
Esgrimió que las familias que habitan en la zona rural no son ciudadanos de segunda y merecen la misma atención que quienes residen en el centro de la ciudad de Cabudare.
“Urge acometer el Plan rector de Drenajes extensivo a la zona rural de Palavecino, planteó.
Dengue en alza
Castillo acotó que Proyecto Palavecino realizó un censo en la zona para conocer las principales necesidades, resaltando que en la zona de El Mayal, cercano a la quebrada Tabure, existen unas 40 familias, que según relató una de cada habitante entre marzo y agosto, han padecido Dengue (clásico y hemorrágico).
En cuanto a este caso, el dirigente de Proyecto Palavecino, declaró que aparte de las inundaciones registradas en La Nicaciera y El Mayal, por ausencia de limpieza permanente de bucos y quebradas en la zona rural, existe el riesgo de otras enfermedades respiratorias y de la piel, por la fractura de la tubería de cloacas en el sector El Trigal, contaminante caudal que cae directamente en la quebrada Tabure con dirección a las Tres Topias y Coco e’ Mono.
“En la zona rural, aparte de alarmantes casos de Dengue, hemos encontrado Leishmaniasis en niños menores de tres años, escenario que coloca en jaque la situación epidemiológica del municipio”, increpó Castillo.