«No es una orden. Es una meta que queremos alcanzar, si es posible». Palabras de Brian Cashman, el gerente general de los Yanquis de Nueva York, sobre tratar de mantener el costo de la nómina por debajo de los 189 millones de dólares.
Ese monto es el tope que no deben exceder los equipos antes de tener que pagar el denominado «impuesto de lujo», que en este caso oscila cerca de los 30 millones. Durante 11 campañas seguidas, los Yanquis siempre han tenido que pagar el impuesto, así que muchos se preguntan: ¿Por qué tanta obsesión con ahorrar ahora?
La respuesta radica en el estímulo que representa no pasarse del límite en 2014. No hacerlo implica empezar de cero en cuanto a los gravámenes que deberán pagar, poniéndose en una envidiable posición para ofrecer cifras exorbitantes justo cuando Mike Trout y Bryce Harper, las dos grandes figuras jóvenes de las Grandes Ligas, podrán declararse agentes libres.
Nueva York comenzó la temporada con una nómina de 230 millones, la más elevada de las mayores, y confían rebanar buena parte al sacarse encima varios contratos tras los retiros de Mariano Rivera y Andy Pettitte. De hecho, gracias a la «mano bondadosa» de los Angelinos de Los Angeles, no son responsables del salario de 21 millones que le corresponderá al jardinero Vernon Wells. A Alfonso Soriano le toca un salario de 18 millones, pero los Cachorros de Chicago son los que tendrán que pagar 14 millones.
A la espera del resultado de la audiencia de apelación de Alex Rodríguez contra una suspensión de 211 partidos, los Yanquis podrían ahorrarse algo de los 26 millones que le deben al tercera base el año que viene.
En teoría, asumiendo que logren renovarle el contrato a Robinson Canó y los demás compromisos existentes con CC Sabathia, Mark Teixeira, Derek Jeter, Ichiro Suzuki y otros jugadores de menor jerarquía, la nómina de 2014 parte más o menos rondando los 120 millones, permitiéndoles dar uso de aproximadamente 70 millones para reforzarse en los renglones de pitcher abridor, bullpen, cuadro interior y receptoría.
Los Yanquis quedaron fuera de la postemporada por primera vez desde 2008 y apenas por segunda ocasión en 19 años, pero el panorama no es tan agorero como se le pinta, pese a tener 14 jugadores que se pueden declarar agentes libres, el declive de velocidad de Sabathia, la incertidumbre sobre el futuro de A-Rod y que sus filiales en las menores no producen buenos prospectos.
Eso sí, en estos meses que se avecinan deben atender varias tareas:
1. Retener a Joe Girardi como mánager. Girardi mantuvo a flote al equipo tras emplear una cifra récord de 56 jugadores durante la campaña. Un tercer lugar con foja de 85-77 en el Este de la Liga Americana es un resultado respetable.
Se ha especulado que Girardi podría verse tentado con las vacantes abiertas que tienen los Cachorros de Chicago y los Nacionales de Washington. Girardi es oriundo del estado de Illinois y debutó como receptor de Grandes Ligas con los Cachorros en 1989. Pero también tiene esposa y tres hijos menores de edad a los que debería mudar.
2. La agencia libre de Canó. Se trata del principal agente libre este invierno. Su agente es el rapero Jay-Z y se ha dicho que busca un contrato que rebasaría los 305 millones por 10 años. Es impensable que los Yanquis puedan dejar ir a su mejor jugador ofensivo y el que hereda la etiqueta de buque insigne del club tras el adiós de Rivera y el inminente final para Jeter.
En contra de Canó, quien está por cumplir 31 años de edad, es que tal vez no encuentre otros equipos dispuestos a ofrecer más que los Yanquis. También choca contra el muro de que ahora nadie quiere saber de contratos que pasen de los seis años a raíz de las malas experiencias recientes con los pactos otorgados a A-Rod, Albert Pujols y Ryan Howard. ¿300 millones? Eso no es problema. ¿Matrimonio de 10 años? Olvídense. Ahora todos quieren calcar el modelo de los Medias Rojas con sus fichajes a corto plazo por veteranos que no salen tan caros como Mike Napoli y Shane Victorino.
Cashman indicó que el deseo de los Yanquis es que Canó siga por varios años. «Si se queda, tiene una oportunidad legítima de recibir el trato que acaba de tener Mariano, quizás pueda ser el primer dominicano en el Parque de los Monumentos».
Y Canó no es el único agente libre que puede marcharse. También tienen que decidir qué hacer con el jardinero Curtis Granderson y el abridor Hiroki Kuroda. Hace un año dejaron partir a Nick Swisher y Russell Martin, y ambos están en los playoffs.
3. El tobillo de Jeter. El campocorto y capitán es el último sobreviviente que queda del llamado «núcleo» que ganó cinco Series Mundiales. Pero tiene 39 años y apenas pudo disputar 17 juegos en 2013 por complicaciones en su rehabilitación del tobillo izquierdo que se fracturó en la pasada serie de campeonato ante Detroit. Apenas bateó para .190, con un jonrón y siete impulsadas.
Jeter se alternaría en el campocorto y como bateador designado. Pero encontrar un relevo (¿Asdrúbal Cabrera?) es de vital importancia.
4. Más ofensiva. El total de jonrones declinó del récord de 245 fijado el año pasado a 144, la menor cantidad en una campaña sin huelga desde los 130 en 1989.
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