La red de instituciones larenses… ¡en acción! La actitud

“Mientras defendamos principios y valores con instrumentos originarios de la ética y la moral, y estemos fortalecidos por el coraje que brota de la razón otorgada por la lógica de actuar con sensatez y equidad, caminaremos seguros hacía el éxito. Y, sólo tendremos éxito cuando hagamos realidad nuestros anhelos y cubramos nuestras necesidades con honradez, probidad y justicia verdadera. Porque son nuestros actos los que nos definen”.
El país está reclamando la acción de los mejores, en todos los ámbitos que afectan directamente a la preservación de la especie humana que habita en esta Tierra Mágica que llamamos Venezuela.  Se hace necesaria la preservación del ambiente; de forma perentoria es forzoso realizar un diagnóstico pragmático, a fin de cuantificar los daños causados a esta parte de la tercera isla después del Sol y, de manera inmediata, emprender los correctivos y ejecutar programas de recuperación de las áreas afectadas, presumiendo, que sería el comienzo de la implementación sistemas, métodos y procedimientos para  promover la recuperación del sector agropecuario, por ser el sector primario del aparato productivo.
De casi todos los problemas que agobian al país se han realizado mesas de trabajo en cantidades suficientes como para tener las guías de las labores a ejecutar. Los resultados generados por largas horas de costosa e incansable labor, deben ser aplicados objetiva, imparcial y equitativamente. Se tiene pleno conocimiento sobre la imperiosa necesidad de la reactivación del aparato productivo nacional y, sólo lo lograremos fortaleciendo al sector privado, por ser, éste sector, quien dispone de la mayor cantidad y mejor calidad de los conocimientos imprescindible para el logro de este objetivo.
La base fundamental e insustituible para poder alcanzar un aumento sustancial del Producto Interno Bruto es la Seguridad Jurídica garantizada en nuestro Estamento Legal; el cual debe ser ejecutado equitativamente, por funcionarios demostradamente honestos.
La felicidad del pueblo está ligada, de forma directamente proporcional, a los movimientos económicos que se realicen; he allí el porqué debemos respetar las leyes económicas; sin olvidar la denominada Ley de Causa y Efecto: “No existe efecto sin causa, ni causa sin efecto”. Es sumamente fácil manejar los bienes de los demás, más aún cuando se realiza sin responsabilidad; cuando basta con el apoyo político para estar seguros de tener impunidad absoluta. Pero, los errores cometidos por quienes aceptan la responsabilidad de conducir a un país, tarde o temprano, los paga el pueblo y, tradicionalmente los pagan los estratos de más bajos recursos, es decir, los más pobres.
La mayor fortaleza de la cual dispone un gobierno eficiente está en la oposición, cuando esta actúa dignamente; porque, insistente y gratuitamente, ejerce la Contraloría Social necesaria para detectar los errores cometidos y corregirlos en el menor tiempo.
Estando expreso en la Constitución Nacional que somos un Estado descentralizado, es nuestro deber defender a las instituciones que son patrimonio larense. Los rumores sobre el posible futuro de Mercabar y otras experiencias que hemos tenido crean un alerta en quienes hemos luchado por el desarrollo de nuestro terruño, a sabiendas que la grandeza de nuestro estado Lara se ha hecho con esfuerzo propio; con el trabajo, esfuerzo creador y con la valentía de sus pobladores.
Hago un llamado de alerta ante lo que está ocurriendo con nuestro patrimonio comunicacional. Tenemos el deber ineludible de defender al diario EL IMPULSO. El decano de la prensa nacional ha sido un instrumento obligatorio en el aprendizaje de las generaciones larenses que han vivido desde hace casi 110 años en la tierra de los crepúsculos; La insigne trayectoria de este periódico lo ha convertido en una institución, patrimonio de los larenses. Cuando se habla del estado Lara y de sus tradiciones se considera a EL IMPULSO como un icono, al igual que el Cardenal o el cardenalito, el queso de cabra, el cocuy, las acemitas, las catalinas, el suero, el ganado raza Carora, el Obelisco, el tamunangue, San Antonio o la Divina Pastora.
La solidaridad para con  la junta directiva y con el personal de EL IMPULSO debe ser activa, comprobando nuestros derechos a ser protagónicos y libres; así demostraremos nuestro agradecimiento con todo lo que implica la perdurabilidad del diario que, objetivamente, acompaña nuestro cafecito mañanero.