Gracias, expresamente, exprésole, doctor Tito Rivas Mazzei,
Por su amabilidad hacia mi persona manifestada en el especial obsequio que me ha hecho, de varias de sus obras poéticas, agrupadas en un conjunto, distinguidas con el título Un lugar vecino al cielo, libro en el cual, un poemario, el lector, o la lectora, experimenta—especial invitación a su lectura—un remanso de paz y de armonía presentado en estimulante realidad de nutriente del intelecto que se nos convierte en llamado, especialmente a la continuación a lectura para merecido estudio y admiración al autor.
¡Gracias! bardo amigo autor, doctor Rivas Mazzei por las letras que acompañan a su dedicatoria en el ejemplar que tan generosamente me ha dedicado en gesto de honrosa distinción y estímulo de amistoso reconocimiento al trabajo intelectual que me anima. Exprésole, plena sinceridad de mi persona, total y merecido reconocimiento a expresión de gratitud, que entre poetas es dedicación a intercambio: oficio intelectual creativo de embajadores en honores de paz en pro del mundo en la gran realidad de la vida de la poesía, el gran bien de los poetas.
Verdaderamente, poeta, ¡habitantes somos! realidad de poesías, habitantes de “un lugar vecino al cielo”… ¡la poesía!