Según el ministro del Interior y Justicia y demás voceros del Gobierno, el plan denominado “Patria Segura” ha sido un éxito rotundo y los índices de delincuencia están disminuyendo sensiblemente. No obstante, aunque como ciudadano quisiera que el ministro tuviera razón, la realidad es que hay suficientes datos que nos permiten afirmar no sólo que miente, sino que la situación de inseguridad ha empeorado en los últimos meses.
Empecemos por comentar tres hechos importantes que condicionan fuertemente la actitud y el desempeño del Gobierno respecto a la seguridad ciudadana: el primero es la inestabilidad y dispersión frente al tema. No olvidemos que el presente es el vigésimo plan de seguridad presentado por los ministros del Interior que ha tenido el Régimen, mientras que de manera irresponsable han desechado proyectos sólidos como el Plan Metropolitano de Seguridad que presentó el alcalde Ledezma al principio de su gestión, en cuya elaboración participaron, entre otros, expertos de la talla de Fermín Mármol León. Lo segundo es que el Gobierno luce no sólo negligente, sino hasta promotor o, al menos, cómplice del crimen en algunos casos. Así ocurre al fomentar o tolerar invasiones, negociar con “pranes”, encubrir peces gordos de la corrupción, o justificar el robo bajo ciertas circunstancias. Lo tercero, muy particular de este último plan y muy típico de los gobiernos militaristas, es la intervención directa de la Fuerza Armada en asuntos de seguridad ciudadana, para lo cual no tiene ninguna preparación.
Hecho este preámbulo que predetermina la Política del Estado, vayamos a la data para demostrar que Ramírez Torres no dice la verdad. En este sentido, comencemos por decir que, según el Observatorio de Violencia, el índice de homicidios en Venezuela ha llegado a 73 por cada 100.000 habitantes, lo cual es una barbaridad. El Gobierno lo desmiente diciendo que es 58/100.000, pero lo cierto es que, como bien dijo el abogado y ex Fiscal Luis Izquiel en reciente Foro organizado por Alianza Bravo Pueblo, sean 73 o 58 la cifra es dramática y cualquiera de las dos, o un punto medio entre ambas, es la SEGUNDA tasa más alta del mundo.
Adicional a esto, hay que decir que esta es la primera vez que ingresan más de 400 cadáveres por mes a la Morgue de Bello Monte durante TODOS los meses de un mismo año. Es más, en un par de ocasiones se ha acercado bastante a los 500 cadáveres en solo mes. No obstante, y a pesar de tan contundentes números, el ministro nos dice con su cara muy lavada que la violencia ha disminuido.
Pero no terminan aquí las malas noticias. Las cifras en robos y secuestros tampoco disminuyen sino que crecen día a día, así como los casos en los que funcionarios policiales están directamente involucrados en la perpetración de los delitos. Por su parte, la situación en las cárceles no puede ser peor. La ministra Varela no inaugura cárceles sino que las cierra, profundizando gravemente el problema del hacinamiento, una de las principales fuentes de violencia entre los reclusos. Su ineptitud es tan grotesca que, ante la reciente masacre de Sabaneta, no se le ocurrió sino echarle la culpa a la “IV República”, cuando horas antes acababa de afirmar en una entrevista que la situación en las cárceles era óptima.
Por último, según recientes cifras de la ONU mostradas también por Izquiel, Venezuela es hoy en día el 5to país del mundo de donde más proviene cocaína en el tráfico mundial. Las más de 60 maletas que pasaron llenas de droga por Maiquetía y viajaron hasta Francia sin ser detectadas, demuestran que literalmente hasta el perro está involucrado en el narcotráfico en nuestras fuerzas de seguridad.
No hay “Patria Segura” señores del Gobierno. No mientan. Aquí lo único seguro es el hampa desbordada en las calles, el aumento de los precios, la escasez de los productos básicos y su tremenda ineptitud para enfrentar y resolver todos esos problemas.
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@CiprianoHeredia