El 27 de julio y el 28 de agosto la ministra Iris Varela prometió que el 30 de septiembre se abrirían las puertas de la nueva cárcel Espera.
Es lo que les queda a los privados de libertad que se encuentran hacinados en el Centro Penitenciario David Viloria, Uribana, al igual que a sus familiares, ya que estaban esperanzados que ayer 30 de septiembre se iniciaran las actividades en la Comunidad Penitenciaria, luego que la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela, lo prometiera.
El 27 de julio, desde la construcción de la nueva cárcel, Varela aseguró que ayer entregarían el penal. “El 30 de septiembre será inaugurada y resolverá el problema de espacios para la reclusión de quienes pagarán condena”, dijo desde el lugar.
Un mes después pero desde San Felipe, en las afueras de “La Cuarta”, reiteró el compromiso de iniciar las actividades en la Comunidad Penitenciaria de Lara que albergaría a casi mil reos.
Ayer los trabajos de construcción continuaban. Algunas áreas ya estarían listas pero no en su totalidad.
Obreros del lugar cargaban los materiales, frisaban algunas paredes y preparaban todo para la pronta inauguración y aunque se les intentó interrogar ninguno quiso emitir información de la fecha en que se abrirían las puertas de la Comunidad Penitenciaria.
Tampoco el Plan Cayapa se realizó el cual se tenía previsto diera inicio desde temprano. Versiones extraoficiales apuntaron que hoy sí se ejecutará. Ayer aparentemente estaban reclutando el personal que posiblemente labore dentro del nuevo penal.
Afuera, con pancartas en manos y en son de protestas se encontraban algunos familiares de los reos; unos provenientes del estado Zulia, otros de la región pero todos con una sola petición: solución.
Arelys Peña, una de las marabinas que incluso, confesó haber trancado el puente sobre el Lago de Maracaibo en rechazo a las acciones ejecutadas en Sabaneta, dijo que llegó a Barquisimeto desde el pasado domingo y aunque no pudo entrar a la visita, sí tuvo que realizar grandes gastos en su permanencia en la ciudad.
“Desde hace dos semanas está mi hijo aquí en Uribana, quiero que le den beneficio con el (Plan) Cayapa”.
Aprovechó para dirigirse directamente a Varela: “Ministra aquí ya tienen los papeles. Están durmiendo en el piso, no le dan agua y la poca que le suministran es babosa y salada. Además las custodias nos tratan como perros, no tienen educación y nos tratan mal porque somos maracuchas”.
Sormary Rivera, oriunda de Carora, comentó que “les dan un solo uniforme, el de mi esposo ya tiene moho. En la visita le traje hielo y no le dejaron pasar. Tienen que comer dos hombres en una bandeja y les dan es caraotas con pasta y sin sabor”.
También denunciaron que dependiendo del color de ropa que lleven puesta las dejan entrar al penal. “Nos revisan todo”, insistió la marabina, quien aseguró que lo que no pagaban en causa u ‘obligaíto’, como le llaman allá, lo gastan en pasaje y comida aquí. “Hasta 10 bolívares cancelamos para hacer las necesidades en un monte”.
Belkys Rodríguez, otra de las afectadas, dijo que como madre sufre mucho, “mi hijo está preso desde hace tres años por robo de moto y aún no le han iniciado juicio”.
En el lugar también se encontraba Naylibeth Oropeza, una joven larense que pide traigan a su hermano de vuelta a Uribana. “Tiene un año esperando cambio. Lo han paseado por todas las cárceles y ahora tiene que pagar 400 bolívares semanales para resguardar su vida y nosotros no tenemos de dónde sacar más dinero”. No hubo una versión oficial por parte del ministerio de Servicios Penitenciarios, por ende, no se confirmó el futuro tanto de los privados de libertad como los larenses que se encuentran en otros recintos penitenciarios.
