Las familias residentes en la urbanización Valle Blanco, al oeste de Humocaro Bajo, se sienten burladas por los organismos municipales y regionales que no les dotan de los servicios más indispensables.
Para comenzar, durante el primer gobierno de CAP iniciaron la instalación de la red de cloacas y aún no la han terminado, motivo por el cual las aguas servidas corren libremente por las mal llamadas calles.
Carmen de Gómez, una de las vecinas, dijo que han hecho muchas gestiones para que se continúe la instalación pero nadie les hace caso.
A la entrada de la urbanización se exhibe una valla según la cual se invirtieron 482. 740 bolívares por parte del Consejo Federal de Gobierno, pero la mayoría de las viviendas continúa sin acometida cloacal.
Pero en Valle Blanco tampoco tienen agua y la única que reciben procede de un buco donde los vecinos instalaron una manguera que, incluso, un particular amenaza con cortarla para apoderarse totalmente del líquido, como manifestó Florinda Gárcido, una ama de casa. Tampoco tienen calles pues las que así llaman son sólo caminos no aptos para todo tipo de vehículo.
Los niños y jóvenes del sector también están implorando por una cancha deportiva para tener donde entretenerse sanamente ya que en la actualidad sólo tienen como cancha la inconclusa placita de la barriada, aunque carecen de implementos deportivos.
Las familias católicas de Valle Blanco piden construyan la capillita de la que apenas levantaron unas cabillas, y dejaron todo abandonado, y que les instalen un Mercal para poder disfrutar como otros sectores de un mercado popular.
“Somos más de 400 familias que necesitamos más atención de la alcaldía y de la gobernación”, dijo por su parte Yulibeth Alvarado, otra ama de casa.