Ayer en la mañana, el llenadero de agua para consumo humano de San Juan, que surte a diversas comunidades del municipio Iribarren, laboró con relativa normalidad. Sin embargo, trabajaron pocos camiones cisterna, en comparación con el movimiento habitual que registra diariamente este centro de distribución del vital líquido a los sectores que no cuentan con el servicio por tuberías.
El temor ha invadido a los conductores, por cuanto varios de sus compañeros han sido víctimas del delito en los últimos días. Cuentan que su labor se ha convertido en una actividad peligrosa, sobre todo cuando deben cubrir las rutas correspondientes a las parroquias El Cují y Tamaca, al norte de Barquisimeto.
Edgar Enrique Zambrano es conductor de una unidad cisterna y presta sus servicios a la Dirección de Suministro de la Alcaldía de Iribarren. Indicó que sólo la semana pasada, se produjeron tres hechos delictivos en la zona norte en contra de los cisterneros.
“Hicimos una toma simbólica de la Intercomunal Cují-Tamaca el pasado martes, a fin de que las autoridades nos prestaran atención y se dedicaran a brindarnos mayor seguridad”, señaló.
Comentó que el camión robado el lunes, motivo de la protesta del martes, aún no ha aparecido. ”El viernes se robaron otro cisterna en el sector Las Delicias de Tamaca, pero el dueño logró recuperarlo. Otro compañero fue víctima del hampa el sábado en Andrés Bello, parroquia El Cují, y en esa ocasión la comunidad frustró el robo de la unidad”.
Zambrano dijo que han hecho contactos con funcionarios del Desur-Lara, a objeto de coordinar mancomunadamente planes de seguridad. “Les indicamos que muchas de las comunidades que visitamos están ubicadas en zonas apartadas o intrincadas, donde la presencia de la fuerza pública es escasa o nula. Ellos nos respondieron que la zona norte le corresponde a la Policía de Lara”.
Antonio Virgüez, quien labora en el llenadero como chequeador y depende de la Alcaldía de Iribarren. señaló que la inseguridad es un tema recurrente entre las quejas que presentan los conductores. “En líneas generales, en este llenadero trabajamos bien, aunque tengamos nuestros problemas puntuales. Pero en la calle, los conductores se ven asediados por la delincuencia”.
Por su parte, Ramón Escalona, supervisor dependiente de Hidrolara, comentó que “hay mucho temor en los trabajadores, sobre todo cuando trabajan hacia el norte. Hoy, por ejemplo, hay pocos choferes laborando. Son muchos los riesgos que ellos corren en las rutas, por eso algunos tienen miedo a salir”.
Plantean recorrer las rutas en grupos
Zambrano resaltó que, pese a que el llenadero de San Juan está adscrito a Hidrolara, la mayoría de los conductores prestan servicio a la División de Suministro de Agua de la Alcaldía de Iribarren.
Los cisterneros tienen programado reunirse con la autoridad a cargo de la referida dependencia municipal, Ivonne Bavaresco, a fin de exponerle una serie de planteamientos orientados a reforzar la seguridad en sus recorridos, sobre todo hacia las comunidades de la zona norte.
Según manifestó Zambrano, una de las propuestas que los conductores llevarán a Bavaresco comprende salir a trabajar en grupos, a fin de apoyarse mutuamente en situaciones de riesgo.
“Hay sectores que ameritan muchos viajes para poder ser abastecidas plenamente. Lo que planteamos es hacer recorridos con tres o más camiones juntos por el mismo sector. Esto nos permitiría prestar un servicio más eficaz a las comunidades, y acompañarnos en los lugares más peligrosos”, detalló.