La Escuela Nacional Cabudare, ubicada en Los Rastrojos, recibió a casi mil alumnos en otro año escolar sin condiciones y en medio de improvisación.
Desde hace más de nueve años, el Gobierno del entonces gobernador Luis Reyes Reyes, conjuntamente con el Ministerio de Educación, demolió los viejos salones de esta escuela, una de las antiguas de Palavecino, para levantar una moderna infraestructura en dos módulos, que aún no han culminado.
Años más tarde, uno de los módulos fue edificado mas no terminado, y debido a la falta de espacios para la enseñanza, padres, representantes y directivos de la Zona Educativa ordenaron tomar el edificio e improvisar salones, lo que ha traído serias consecuencias.
Ven clases en un teatro
Gladys Ayala, representante de 5to. grado C de la Escuela Nacional Cabudare, denunció que desde hace varios años los niños vienen recibiendo clases en condiciones precarias y en grave riesgo.
“Nos acaban de asignar un salón que es un complemento de lo que a futuro sería un área para clases en un edificio que nunca se ha entregado formalmente, dado buena parte no tiene electricidad, ni agua”, señaló Ayala.
Dijo que el cableado de este edificio inconcluso quedó instalado a medias, sin tapas, sin acabado final, lo que ha generado múltiples cortos circuitos y descargas de voltaje a los desprevenidos estudiantes.
Narró que en el área de los salones de la parte alta, también hay muchos cajetines sin su tapa, con cables descubiertos, que por más que se les coloque cinta plástica, las patas de los pupitres rosan y se incrustan en estos cajetines produciendo cortos y descargas de corriente.
Los escolares solo reciben clases de siete a diez de la mañana, como medida de precaución, pero cada vez el peligro es más latente.
“Debido a esta grave irregularidad, los representantes de quinto grado, hemos decidido sacar a los alumnos del salón para que no se repitan antecedentes casi mortales con niños electrocutados con estos cables expuestos”, detalló.
Aseveró que la electricidad corre solo por el piso toda vez en los techos no hay luz y en temporada de lluvia, pisos, paredes, ventanales, barandas, entre otros, tienen corriente.
Sin baños
Miguel Medina, vocero del consejo comunal Los Rastrojos y representante, anotó que esta institución educativa solo cuenta con dos baños para toda la matrícula: la sala de baños de los varones, con tres pocetas y la de las hembras con dos.
Los surtidores de agua son más lavamanos, pues el agua contiene mucho salitre.
Las estructura del nuevo módulo inconcluso siempre está repleta de monte con las cabillas expuestas, por donde atraviesan los escolares para dirigirse a los salones de la parte posterior.
Medina denunció que el Instituto de Servicios Públicos de Palavecino limpió la construcciónabandonada, los maestros y algunos representantes limpiaron los salones, pero la escuela en general no cumple los requirimientos mínimos para ofrecer seguridad a los niños.
Existen varios informes del Cuerpo de Bomberos de Palavecino en donde ordenan, en lo inmediato, desalojar a los escolares y maestros de las instalaciones, oficio engavetado por ausencia de políticas educativas serias y un consejo educativo que prevenga un posible desastre.
