Con motivo de los 150 años de la creación de la Diócesis de Barquisimeto, hoy Arquidiócesis, cada fuerza viva de esta institución católica, está celebrando una misa jubilar para agradecer a Dios su presencia dentro de nuestra región.
Ayer, en la mañana, en la Catedral de Barquisimeto fue oficiada una misa por monseñor Antonio José López Castillo, arzobispo de Barquisimeto, quien fue acompañado por varios sacerdotes en la ceremonia realizada en el altar mayor.
Notable fue la presencia de religiosas en el recinto sagrado, así como una gran cantidad de feligreses que asistieron devotamente.
En la eucaristía, monseñor López Castillo resaltó la vida consagrada como uno de los signos más llamativos con que Dios se le ha ido manifestando al pueblo larense y particularmente a nivel de la Arquidiócesis de Barquisimeto.
También hizo énfasis a la vida consagrada como don de Dios a la Iglesia.
La vida consagrada es una adhesión al Creador y, por lo tanto, una experiencia profunda de fe que lleva a la persona que se siente llamada, sea hombre o sea mujer, a donarlo todo para anunciar la experiencia de Dios desde su consagración. También expresó que el consagrado tiene que trabajar por construir una Iglesia para todos.
Hay que trabajar desde la unidad, desde el crecimiento de fe, para poder lograr el signo de su consagración en medio de los demás.
Monseñor López Castillo insistió en el trabajo que se debe realizar en las parroquias.Toda comunidad tiene que ser una comunidad amplia, donde se suscita un proceso muy cristiano para llegar a un camino de fe.
En este orden de ideas reiteró en la necesidad de que cada una de las fuerzas vivas de la Iglesia haga sus aportes, para que el proyecto de renovación sea de verdad concretado en la Arquidiócesis de Barquisimeto.
El trabajo que debemos cumplir todos los días del año tiene que ser de verdadera fe en Dios, quien ha creado el universo y nos ha colocado a nosotros como sus hijos y, por lo tanto, debemos hacer de la Iglesia una institución consagrada al bien.
La verdad debe imperar y el espíritu de una vida cristiana nos debe alejar de la violencia, del odio y de todos los males que perjudican a la sociedad, expresó el máximo conductor de la Iglesia en la región.
El padre Alexander Nieves, encargado de medios de comunicación social de la Arquidiócesis, expuso que este año jubilar ha sido muy importante para nuestra entidad federal, porque desde el momento en que fue creada la Diócesis, ha habido una expansión de la fe. Esta expansión se ha consolidado con la Arquidiócesis, que se ha ganado el respeto y la admiración de la población.
