“El valor espiritual, supera lo material. Es lamentable que algunas personas hayan llegado tan bajo; atacar la espiritualidad de los creyentes es un crimen”, declaró el padre Bogdan Zalewski, párroco de la iglesia Cristo Redentor, ubicada en la comunidad Ruezga Norte, parroquia Catedral, después que un grupo de delincuentes profanaran el sagrario donde estaba el Santísimo Sacramento.
El hecho ocurrió la madrugada del jueves. Los ladrones, entraron por una ventana que estaba fijada con concreto y protectores de hierro, ¿cómo lograron sacarla de su lugar? Fue un robo premeditado que contó no sólo con mentes perversas, sino con materiales suficientes para burlar la seguridad del templo de Dios.
Otros de los antisociales, entraron por el techo. Rompieron la lámina de acerolic y, al encontrarse con las rejillas, procedieron a limarlas hasta abrir paso para caer directo al ala izquierda de la humilde parroquia. Una vez dentro de las instalaciones, se ocuparon de buscar el sonido que utilizan para difundir el Evangelio y sirve de apoyo al ministerio de música.
La consola que se llevaron está valorada en unos 60 mil bolívares. Sin embargo, el daño que consternó a la comunidad no tiene nada que ver con objetos. Los delincuentes forzaron la cerradura del sagrario, lugar que conserva las hostias consagradas, arrojaron algunas comuniones al piso y el resto se las llevaron.
“El Santísimo Sacramento es el corazón de la Iglesia, es lo más sagrado para el católico. Con este acto vandálico han ocasionado un dolor espiritual en la comunidad; además es propicio reflexionar acerca de el estado de nuestra sociedad. ¿Hasta dónde se va a llegar? La perdición hace de las suyas”, sostuvo el sacerdote.
Cuando ocurre un sacrilegio de este tipo, expertos teológicos, aseguran que sectas satánicas utilizan las comuniones para realizar ritos malignos o brujerías. No obstante, como lo explica San Pablo, en la carta a los Corintios (1Cor. 8, 5-6) “Ciertamente la gente habla de dioses en el cielo o en la tierra, y en este sentido hay muchos dioses y señores.
Pero para nosotros hay un solo Dios, el Padre: todo viene de él y nosotros vamos hacia él. Y hay un solo Señor, Cristo Jesús: todo depende de él y de él dependemos nosotros”.
La parroquia está sufriendo
“Ellos creen que nadie los vio, pero fueron observados por Dios; Él se encargará de hacer justicia y de pedirles cuenta por sus actos”, sostuvo Carmen Cordero, servidora de la Legión de María, grupo apostólico.
Mientras que Lourdes López, otra de las feligreses, con su voz quebrantada, lamentó que violentaran el lugar sagrado que recibe a todos para elevar oraciones al Señor.
Mencionó que en lugar de robos, la parroquia Cristo Redentor necesita ayuda económica para reparar las paredes del templo. En el ala izquierda de la iglesia, las columnas están bastante agrietadas, al igual que el piso.
“El padre Bogdan, a pesar de tener poco tiempo como nuestro párroco, ha sido muy diligente; él trajo unos ingenieros para que revisaran las paredes: de un momento a otro pueden venirse abajo.
Estamos organizando actividades para reunir los fondos necesarios y emprender las reparaciones”, agregó López.
La vecina Damelis de Flores, recordó que hace diez años aproximadamente, robaron la parroquia pero no al punto de profanar el sagrario.
Otro de los daños materiales causados en la iglesia, fue el vitral de Cristo Resucitado, el cual fue partido en pedazos y obtener uno en el mercado cuesta miles de bolívares que no están en la capacidad financiera de cubrir.
La comunidad de fieles, junto al padre Bogdan Zalewski se abrazan a la providencia divina para lograr superar esta situación que mantiene afectados a todos los laicos por igual.
¿Qué establece la Iglesia Católica?
El Canon 1367 del Código de Derecho Canónico establece: “queda excomulgado automáticamente no sólo quien arroja o retiene indebidamente hostias o vino consagrados, sino también, quien, sin sacarlas del sagrario, de la custodia o del altar, las hace objeto de un acto externo, voluntario y grave de desprecio.