La mayor siderúrgica de Venezuela y de la región andina, Sidor, cumplió el viernes una semana totalmente paralizada por un conflicto laboral que ha causado millonarias pérdidas y amenaza con echar por la borda su planeada recuperación productiva.
Los empleados de la acería estatal exigen reivindicaciones salariales vencidas desde el 2008 y las conversaciones que mantienen con los ejecutivos lucen estancadas.
«Hoy (viernes) hemos cumplido una semana de paro. Ninguna de las líneas (de producción) está trabajando», dijo a Reuters una fuente de la empresa que prefirió el anonimato por no estar autorizada a declarar.
El conflicto ha llegado a tal magnitud que la noche del jueves el presidente del país, Nicolás Maduro, llamó a los trabajadores de Sidor a dejar de lado la medida de fuerza.
«Clase obrera de Sidor, les hago un llamado desde mi corazón obrero, de luchador social de toda la vida. Es la hora de trabajar compañeros, todos los asuntos se pueden discutir pero trabajando», dijo el mandatario, un fornido ex sindicalista.
Durante los siete días que Sidor lleva paralizada, las pérdidas, según el Gobierno, ascienden a 36 millones de dólares.
Sin embargo, trabajadores aseguran que han dejado de ingresar a la acería 147 millones de dólares.
La paralización se inició los primeros días de la semana pasada en demanda de un nuevo cálculo de utilidades, vacaciones y prestaciones sociales y se hizo total hacia el viernes.
Los conflictos laborales son comunes en Sidor y, aunados a la falta de inversión y escasa adecuación tecnológica, han golpeado con fuerza la producción que el año pasado cayó a su peor nivel en 16 años de 1,5 millones de toneladas de acero líquido.
Para este año, Sidor estableció una meta de producción de 4,45 millones de toneladas de acero líquido. Sin embargo, los trabajadores dudan de que se llegue, siquiera, a la mitad.
Desde su renacionalización en el 2008, cuando el Gobierno socialista del fallecido Hugo Chávez le compró la mayoría accionaria al consorcio internacional Ternium, la producción de Sidor ha caído año tras año.
Sidor, ubicada en el suroriental estado Bolívar, es la mayor siderúrgica de la región andina y el Caribe y una de las mayores de su tipo en el mundo, con una capacidad instalada de 5 millones de toneladas por año.
