Los “Esteban Castillo”

Cuando he escrito en un buscador de Internet mi nombre, aparece, claro está, mi nombre en diferentes páginas, en algunas, artículos escritos por mí, o referente a mi vida de pintor, pero también, infinidades de personas llamados Esteban Castillo, sin contar, muchos otros, que no forman parte de éste circuito de World Wide Web (WWW,  por sus siglas en ingles).
Hace unas cuantas décadas atrás era difícil saber cuántos Castillo existían. En la actualidad, a través de este medio de comunicación del siglo XX y XXI. Podemos,  al menos, conocer cuántos Castillo están en Internet, sin contar los e-mailes de ellos mismos y que forman parte de la red. Pero cuando decimos Esteban Castillo, encontramos que hay unas 334 personas que tienen el mismo nombre, y según parece, solamente, en España, sin saber lo que no están en Internet, sin buscar en Latinoamérica, y que forman su apellido y, posiblemente, muchos otros que no están en ese gran mundo de la  gran biblioteca y archivo… la biblioteca virtual…la “Biblioteca de Alejandría” actual
Pero quise ir más lejos  en esa gran metrópoli virtual, en ese conglomerado de personas, de ideas, de escritos, de pensamientos, de cosas bellas y de cosas horribles…  y para mi sorpresa, encontré artistas, músicos, doctores, abogados, deportistas, médicos, fotógrafos carpinteros y muchas otras profesiones…
A veces pensamos que somos únicos, y es verdad, que desde el punto de vista biológico, es así. Somos el resultado de esa mezcla de 23 cromosomas del padre y 23 de la madre. Somos únicos, hermosamente únicos, y no es sólo por lo genético. Son todas las vivencias, todo lo visto, sentido, palpado, oído o vivido, que nos hace un ser especial, con nuestras virtudes, con nuestros defectos y nuestra ética. Somos únicos en el universo !Qué maravilloso¡    Pero no somos los únicos en cuanto a patronímico.  En el mundo hay muchos que a pesar que  son diferentes físicamente, y de otros países, tienen el mismo nombre, y, es así, llevan nuestro nombre y nos llevamos una gran sorpresa. Somos llamados Esteban por el primer mártir cristiano matado a flechazos y Castillo porque originariamente,  a las personas se le ponían los apellidos de las ciudades de donde eran originarias  o los nombres de sus profesiones, o los apellidos que terminaban en ez, cuando decimos Rodríguez, es decir: hijo de Rodrigo o Martínez, hijo de Martín…
He conocido varios Esteban Castillo. Uno, era un mecánico, y otro; un niño de siete años.    Hoy, paseándome por la red llena de todo tipo de informaciones, por esa red  repletas de textos e imágenes. He tratado de saber que hacen, y  encontré una gran gama de profesiones y de muchas otras actividades.
Pero entremos a conocer esos personajes. Hay uno que es corredor de motos que es bastante alejado de lo que yo soy. Habla de competencias, de la velocidad como conduce su caballo mecánico. Hay un Esteban Castillo quien es maratonista y que ocupa buenos lugares en maratones en España.    Hay otro, que es un ciclista destacado en España ocupando principales lugares en competencias, y de mi parte, corrí en bicicleta por allá en los años 1957, según muchos, tenía un estilo muy bello pedaleando, pero siempre llegaba de  entre los últimos y la única vez que corrí bien, una caída aparatosa, me hizo abandonar, la cual, me dejo sangrando mi rodilla en la entrada de Sarare. Conocedores del deporte de la biela, comentaban que verme pedalear recordaba a Fausto Coppi,  quien fue un gran campeón italiano.
Hay, un Esteban Castillo, mexicano y fotógrafo de sociales en un periódico, y de mi parte, fotógrafo de mis obras, de mis hijos, familiares y amigos.
Encontré a otro, que tiene una bella y conocida tienda de muebles y de puertas, en Mallorca. Los muebles son de gran calidad y belleza, y de mi persona, fabriqué mis muebles, camas, sofás y las camas cunas de mis hijas, en mi apartamento de París .Y el Esteban Castillo que ustedes conocen; pintor y en los últimos años escribo sobre temas de interés. No corro en bicicleta ni en moto. Se me olvidaba, encontré  un obstetra y ginecólogo, y yo, muy lejos de esta profesión.  Hace unos años, cuando venían mis hijas al mundo, me impresioné, y me fui de la clínica para el apartamento, a pesar que me había preparado para asistir al parto. ¡Qué lejos del Esteban Castillo obstetra!
He vivido con pasión, inventando, como en este momento que trato de crear este texto. A veces rodeado de muchas personas, de artistas y de amigos, a veces, muy solo, soledad que siempre me ha permitido ser creativo y pasearme por lo imaginario…
Fue un placer descubrir tantos Esteban Castillo allende a nuestra fronteras… y encontrarlos, en el mágico, peligroso, adictivo, misterioso, bello, creativo, exuberante y fabuloso mundo de Internet…

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