Durante siete años, la Biblioteca Pública Andrés Bello, ubicada en Sanare, municipio Andrés Eloy Blanco, cedió parte de sus espacios para que funcionara un Simoncito con atención a niños de la etapa preescolar.
Sin embargo, el Consejo Federal de Gobierno aprobó unos recursos para la rehabilitación de la biblioteca, por lo cual fueron reubicados los pequeños a espacios alternativos de la comunidad.
Luis Díaz, presidente del consejo comunal Santa Ana, explicó que el grave deterioro del techo, obligó a buscar otro sitio para atender a los niños por cuanto corrían peligro en ese lugar, aunado al hecho de que la institución presenta una apariencia desgastada.
“La biblioteca tiene más de 45 años funcionando; el consejo comunal consiguió los recursos por el Consejo Federal de Gobierno, sin embargo, hace falta que la Gobernación haga su aporte porque no alcanza el presupuesto”.
La infraestructura que conserva los libros, pertenece al gobierno regional, de allí que el dirigente vecinal exhorte a Infralara para el apoyo económico y técnico.
Tienen en mente, construir una segunda planta, con el propósito de aumentar la cantidad de áreas académicas que podrán ser consultadas por niños, jóvenes y adultos.
“Es un patrimonio municipal pero la infraestructura le compete a la Gobernación de Lara; ha sido imposible contactar al gobernador Henri Falcón y a la Directora de Infralara”.
Los niños merecen su sede
Asimismo, Díaz manifestó que existe un terreno en la comunidad donde tienen planeado construir la sede del Simoncito, sólo que de la Vicepresidencia de la República, no han salido los recursos económicos para llevar a cabo el proyecto.
Cerca de ochenta niños acudían al espacio “prestado” de la biblioteca. Por lo pronto, acudirán a la Casa de la Cultura, lugar que acondiciona el consejo comunal, junto a las facilitadoras, padres y representantes a fin de brindar un ambiente agradable para los niños.
Atención que además solicitan para el Jardín de Infancia Manuel Antonio Carrillo, carente de ayuda oficial, a cargo de otros tantos pequeños estudiantes que necesitan de espacios dignos para recibir las enseñanzas.
“Hemos trabajado con mucha organización, tratando de obtener la atención de las autoridades; nuestro único interés es conseguir la mayor cantidad de beneficios para la comunidad.
Sólo hace falta la voluntad política para que los proyectos planteados por el consejo comunal y comunidad en general, sean ejecutados por los organismos correspondientes”, sostuvo el vocero.
Asimismo, apelan a la buena generosidad de empresas privadas que deseen cumplir con su responsabilidad social u organizaciones benéficas que deseen ofrecer su ayuda para el beneficio de estos niños.
Donaciones monetarias y de materiales de construcción, serán bien recibidas por los vecinos, a objeto de dar con la construcción de una sede para los cuidados de los infantes de humildes familias del vecino municipio.