Cuando estaba muchacho en donde algún vecino decidía cambiar el rancho de bahareque por instalaciones mejores, comenzaba por comprar ladrillos, tejas, piedras, tierra y otros implementos cerca de donde se iban a realizar la construcción. Este sitio inmediatamente para la población, adquirió la definición de fábrica, es decir, donde se está fabricando una casa. El maestro de obra dirigía y estimaba todo lo necesario para lograr el objetivo, siempre haciendo ver al dueño que no se podía adquirir bloques, ladrillos y tejas para terminar haciendo un nuevo rancho de bahareque.
Los barquisimetanos, unos pocos sí y muchos no, conocemos la historia de la ciudad que según cumplió recientemente 461 años, que la población desde sus comienzos hasta hoy, ha tenido que soportar las penurias que conllevan el progresar, y es así que se cuentan como cinco sitios de fundación ni se cuántos de extinción, ni qué cantidad de plagas naturales y humanas la han afectado.
En el periodo de la década de 1925 – 1935, fue gobernado por el dictador Eustoquio Gómez, primo del dictador presidente Juan Vicente Gómez, un hombre que intentó cambiarle el rostro a ésta capital de estado y es así que se construyó la Plaza Bolívar, el Parque Ayacucho, El Palacio de Gobierno y sobretodo según me cuentan, que impuso un decreto de prohibición que en la ciudad no se permitía construir: casas de media agua, casas de bahareque, chiveras y a la vez estableció otras normas para que la capital del estado presentara rostro de ciudad. De ahí en adelante el petróleo ha permitido que con altibajos, sea Barquisimeto lo que hoy observamos.
En estas reflexiones se me viene el recuerdo de la fábrica del pueblo y la historia de la de la ciudad, cuando observo que somos el segundo estado con mayor centros educativos a nivel superior y en especial de las distintas ramas de la ingeniería, y que tenemos para admirar lo que se ha llamado la Flor de Venezuela, que convivimos en estos últimos años las alegrías de presentación de proyectos en maquetas bien estructuradas, el soportar cualquier cantidad de contratiempos y vicisitudes que generan los trabajos de realización de lo previsto en los proyectos (terminal de pasajeros, transbarca, av. 20, av. Venezuela), después evaluando las pérdidas y ganancias para la ciudad y sus habitantes se achica el corazón, y se comienza con la clásica pregunta de: ¿Por qué? ¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo? Y ¿Para qué?,¿Por qué se empezó la construcción de una av. 20? y ¿con qué proyecto?, ¿por qué se comenzó un terminal de pasajeros? Y ¿con qué proyecto? ¿Por qué se comenzó el parque ferial? Y ¿con qué proyecto? Y el verdadero por qué, que no debe ser otro que el del arriero de mulas (en el camino se arreglan las cargas) se acepta en forma normal que esos proyectos sean manejados con el criterio de personas de mentalidades de arrieros de mulas, sin tomar en cuenta eso tan simple que se llama “ganancias y pérdidas”.
¿Quiénes son los responsables civil y penalmente del cambio de buses eléctricos por buses de gasolina o gasoil del transporte masivo transbarca? Que después de ser ejecutadas una cantidad de obras en las avenidas como soporte de ese sistema de transporte eléctrico. Como última conclusión en esto, sólo puedo personalmente evaluar que comenzamos una obra moderna pero construimos un rancho de bahareque, observamos autoridades políticas vendiendo espejitos producidos con una inmensa cantidad de dinero invertido, que tarde o temprano solo serán reconocidos por la inmensa chatarra de ciudad que destruyeron.
Como barquisimetano que amo y respeto a mi pueblo, conozco las costumbres e idiosincrasia y con un poco de experiencia que adquirí por haber participado en la ampliación de la avda. 20, junto con otras personas de buena voluntad y a honores, obra que tuvo la aprobación del conglomerado sin perjudicar a nadie y sin ningún tipo trauma posible, todo lo contrario, muchas felicitaciones por haberse realizado en tiempo récord, de igual forma, formé parte de la comisión para la realización y construcción de Mercabar, centro de distribución de alimentos y financieros, el mejor de Latinoamérica por no decir del mundo, en la mudanza servimos de puente para con los empresarios del manteco sin ningún tipo de problemas y a pesar del tiempo solamente recibimos de ellos las gracias y bendiciones, porque primero hubo la consulta y convenimiento y no ese hágase le guste o no le guste, hay más pero solo le menciono estas dos grandes obras.
En estas reflexiones nuevamente hago un llamado a que cuidemos y hagamos buen uso de los dólares petroleros y pasemos al rincón de los recuerdos aquel dicho “lo que nada nos cuesta, hágase fiesta”, que la torta y los bonches alegran el espíritu en un período muy corto, mas sólo exijo solución a problemas permanentes. Como buen ciudadano debemos luchar por la construcción de la confianza, la unión y el fin del conflicto.
……..Unidos todos por la producción nacional y respeto a la propiedad privada………………..
[email protected]
@JGmendozabarquito
REFLEXIONES EN POSITIVO – LA OTRA CARA DE BARQUISIMETO
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