Cuando todo parecía indicar que el Deportivo Lara cedería un empate sin goles en el estadio Metropolitano de Cabudare frente a Trujillanos FC, la pelota quieta, vieja amiga, reapareció en la educada pierna del volante Mauricio Parra, quien de una “pincelada”, desde el borde del área, mediante un tiro “puesto con la mano” sobre la barrera y justo en la escuadra opuesta al portero Luis Rojas, le dio el triunfo a los dueños de casa, 1-0, en duelo válido por la séptima fecha del Torneo Apertura 2013 de fútbol nacional de primera división.
Había sido un partido trabado, de opciones poco claras, mucho balonazo, disputa en media cancha, acometidas por las bandas que no llegaban a buen puerto por la falta del último pase o el oportuno cruce de algún defensor. No aparecía el genio de la jugada distinta, a la voluntad no le acompañaba el tino y el gol se vendía caro en una noche de poco público.
Tras 20 minutos de jugadas intrascendentes y mucho enredo, apareció al minuto 20 la visita con un peligroso contragolpe de Framber Villegas que culminó con un disparo de media distancia potente pero sin consecuencias.
Al 27, el colombiano Jarol Herrera tomó mal parada a la defensa en otro vaivén y se coló por la derecha hacia el área chica. Su potente remate, en la jugada más clara que tendría la oncena visitante en el encuentro, hizo lucirse por bajo con una estirada al guardameta Alan Liebeskind, quien logró desviar a tiro de esquina y ahogarles el grito de gol.
En la fracción 40, Aquiles David Ocanto hizo una bicicleta por el sector izquierdo para internarse al área y sacarse un disparo a quemarropa repelido a medias por Luis Rojas, quien le dio el rebote a Edgar Pérez Greco, pero el dorsal 21, en su reacción, remató desviado a bocajarro.
Cierre providencial
En un segundo tiempo poco acontecido, Lenín Bastidas, que había sacado temprano del juego a Juan Colina para meter a Ángel Urdaneta en el minuto 26, optó por sacar a Urdaneta para darle ingreso al delantero José “Buda” Torrealba y tener más pegada en el área en sociedad con Ocanto y Pérez Greco, pero Trujillanos también lograba contener las acometidas del local con solvencia y paciencia.
Un remate de Framber Villegas, fuerte, a media altura, en el minuto 53, fue otro aviso y luego, al 66, tras un tiro de esquina, Villegas recogió el rebote en el área chica y desperdició otro chance imperdible, toda vez que su remate potente pasó por encima del travesaño. El tiempo pasaba y no llegaba la jugada clave hasta que, al 89, una infracción en el borde del área, fue el punto de inflexión.
José Manuel Rey se posicionaba con distancia como para hacer un remate potente y frontal, pero Mauricio Parra, pegado a la pelota en todo momento, fue quien cobró con un fino golpe de derecha que elevó la bola en globo sobre la barrera hasta colarse justo en la escuadra opuesta a la ubicación de Rojas. Parra, que había entrado minutos antes por Miguel Mea Vitali, salvó la noche con su pincelada.