La petrolera brasileña Petrobras renunció a la participación de la estatal venezolana PDVSA en la refinería Abreu e Lima en el nordeste de Brasil, dijo el martes la prensa local, sepultando un accidentado proyecto de 17.000 millones de dólares que debía simbolizar la alianza estratégica entre las naciones.
«Petrobras desiste de sociedad con PDVSA», dijo el diario financiero Valor Económico.
«El fin del sueño tiene ya fecha marcada. A partir del 1 de noviembre, Abreu e Lima dejará de existir como empresa y será incorporada como unidad de negocios de Petrobras», añadió.
Contactados por Reuters, portavoces de la estatal Petrobras no quisieron comentar sobre el reporte de prensa.
Abreu e Lima, una refinería de 230.000 barriles por día en las afueras de la ciudad de Recife, fue lanzada en el 2005 con bombos y platillos por el entonces presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el mandatario venezolano Hugo Chávez.
Pero lo que debía ser un símbolo de la cooperación entre las naciones sudamericanas se transformó en un proyecto plagado de retrasos.
Además, los costos escaparon de control, pasando de 4.300 millones de dólares presupuestados inicialmente a unos 17.100 millones de dólares, según los últimos cálculos de Petrobras.
Petróleos de Venezuela (PDVSA) nunca presentó las garantías necesarias para obtener el financiamiento que le daría una participación de un 40 por ciento en el proyecto. Y Petrobras ya construyó más de un 75 por ciento de la planta por su cuenta.
Según Valor, la refinería debería comenzar a operar en noviembre del 2014.