El presidente Nicolás Maduro informó el martes que viaja de vuelta a Venezuela tras concluir su visita oficial a China, sin dejar en claro si canceló o no su participación en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Estaba previsto que Maduro debía arribar entre el 24 y 25 de septiembre a Nueva York, proveniente de China.
«Haciendo escala y siguiendo el camino a nuestra amada Patria Bolivariana, el miércoles tenemos agenda intensa en la calle con nuestro pueblo!», dijo Maduro a través de su cuenta en la red social de Twitter.
Agregó en otro mensaje en Twitter que el miércoles «además haré balance completo de esta histórica visita a nuestra hermana China, grandes logros para nuestra Venezuela, tod(at)s pendientes…».
Funcionarios de la cancillería venezolana no estuvieron disponibles para un comentario la noche del martes.
El lunes, el canciller venezolano Elías Jaua declaró en China que las autoridades venezolanas estaban «evaluando las condiciones» para participar en la Asamblea General de la ONU.
«El presidente Nicolás Maduro y nosotros, su comitiva, necesitamos garantías de que vamos a ser respetados por el gobierno de Estados Unidos en una visita que no es a Estados Unidos… es a la sede de las Naciones Unidas», dijo Jaua en declaraciones difundidas por la estatal Venezolana de Televisión.
«Hemos pedido a nuestro embajador ante las Naciones Unidas, Samuel Moncada, (que) ha enviado una carta al secretario general (Ban Ki-moon), pidiendo las garantías para el presidente Maduro y su comitiva», indicó el canciller venezolano.
Jaua comentó entonces que estaba «chequeando con nuestro encargado de negocios (en Estados Unidos), Calixto Ortega, los detalles, la precisión, para que no haya ningún inconveniente que lesione la majestad del presidente Maduro».
La semana pasada Maduro afirmó que las autoridades estadounidenses habían prohibido la entrada al espacio aéreo de Puerto Rico al avión que lo llevaría a China, y pese a que su paso fue posteriormente autorizado, el gobernante a su llegada el sábado a Beijing señaló que «tuvimos que irnos más largo el viaje por todo lo que ustedes saben que ha sucedido».
Calixto Ortega confirmó el 20 de septiembre que las autoridades estadounidenses inicialmente negaron un día antes el permiso de sobrevuelo del avión de Maduro, pero que luego «lo pudimos superar después de intensas conversaciones».
El funcionario expresó entonces su preocupación de que Estados Unidos vaya a imponer restricciones al avión de Maduro, cuando se registrase su arribo a Nueva York.
Maduro consideró la prohibición de vuelo rumbo a China como una «falta grave», y afirmó que Estados Unidos «quiere condicionar» su posible viaje a Nueva York para participar en la próxima Asamblea General de Naciones Unidas debido a que no querían darle visa a su ministro del despacho de la presidencia, mayor general retirado Wilmer Barrientos.
La embajada de Estados Unidos en Caracas dijo en un comunicado que el permiso fue aprobado a pesar de que la solicitud «no fue enviada correctamente», debido a que se entregó con un día de antelación y no tres días como se prevé en los casos de vuelos diplomáticos.
«Las autoridades estadounidenses hicieron un esfuerzo extraordinario para trabajar con las autoridades competentes para conceder la aprobación de sobrevuelo, en cuestión de horas», señaló el comunicado en el que se reconoce que la aeronave para la que se pidió permiso «no era una aeronave de Estado».
Venezuela y Estados Unidos han mantenido tirantes relaciones y desde 2010 ambos países están sin embajadores.