La firma de un nuevo empréstito por 5 mil millones de dólares entre el gobierno de la República de China, representado por su presidente, Xi Jinping, y de Venezuela, en la persona de Nicolás Maduro, se inscribe en la vieja práctica de años anteriores de endeudar al país para atender situaciones electorales, según la apreciación del doctor Orlando Zamora, analista financiero.
Esos cinco mil millones están unidos a los acuerdos que suscribieron los mandatarios de ambos países por veinte mil millones, que comprenden unos doce convenios, cuyo propósito es, según las fuentes gubernamentales, expandir la inversión.
La inmediatez en el negocio
En principio, los convenios con China son los más inmediatistas que tiene el gobierno venezolano, explicó. Porque no se compromete sino a aumentar las entregas de petróleo a futuro con el objeto de cubrir esos créditos.
Hasta ahora la experiencia ha demostrado que cuando la administración está en aprietos, comienza a iniciar obras y a endeudarse más; pero, en el fondo, es más de la misma política negativa que siempre se ha ensayado.
Hasta los buses de Transbarca
Una vez que se obtienen estos créditos, se desordenan los objetivos para los cuales se han otorgado y, generalmente, se utilizan para cubrir necesidades de obras y servicios como, por ejemplo, los autobuses para el Transbarca de Barquisimeto, que han sido puestos en funcionamiento, cambiando el proyecto original. E igual sucedió con los autobuses y los vagones que se utilizan en la línea del Metro de Caracas.
Mayor dependencia
Cada día es mayor la dependencia que tenemos de China, afirmó. En la actualidad esa dependencia es a nivel siderúrgico, compromisos que se han adquirido con algunas empresas de la Corporación Venezolana de Guayana; en telefonía, comunicaciones, infraestructura de puentes, viviendas, satélites y en otras actividades.
Esa dependencia con respecto a China ha aumentado constantemente y ha traído como consecuencia que las ventajas de todos los convenios los tenga aquel inmenso país, que los tipos de elementos a utilizar Venezuela porque, dentro de los convenios, una parte del préstamo es en dinero y otro en bienes. Pero, éstos son fabricados por los chinos.
Más dólares
Ha habido manejos muy preocupantes en cuanto a estos convenios, porque como una parte es en dólares y la otra en bienes, el gobierno venezolano ha puesto a particulares a negociar vehículos, para luego tomar más dinero.
Se pregunta el Dr. Zamora: ¿qué signfica esta maniobra para la obtención de moneda extranjera? Como el gobierno tiene una necesidad enorme de dólares, busca todos estos mecanismos para sobrevivir, lo que significa que la deuda siga aumentando.
Se estima que la deuda del gobierno venezolano está por encima de los 250 mil millones de dólares, entendiendo que cada vez que se le paga a los chinos se renuevan esos créditos.
Son créditos abiertos: se pagan y se vuelven a tomar.
La deuda abierta supera los 30 mil millones
Para el Dr. Orlando Zamora, la utilización que se ha hecho de los convenios con China ha sido con fines de sobrevivencia electoralista, generalmente en iniciar proyectos de obras.
Pero, la utilización de aproximadamente 40 mil y tantos millones de dólares no se ha justificado. En cuanto a infraestructura no ha sido ni siquiera la cuarta parte de los recursos recibidos y se han dispersado en proyectos aislados.
Supuestamente, el gobierno terminó de pagar los tramos que van por 12 mil millones. De esa forma, Venezuela ha cubierto la deuda corta; pero, la deuda larga continúa intacta. Si tratamos de estimar cuál es la deuda abierta podemos estar hablando de más de 30 mil millones. Es abierta porque se abre cada vez que se paga. Los convenios pueden ser mayores, pero no existe transparencia para conocer el monto definitivo.