El derecho de Puerto Cabello, Yoervis Medina, está en dudas de lanzar para el Cardenales de Lara en este campeonato de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, después de una aceptable temporada con los Marineros de Seattle al dejar marca de 4-6 en triunfos y fracasos, aparte de ubicar en 2.92 su efectividad tras participar en 60 encuentros.
Mientras muchos de sus compañeros se incorporan este lunes a los entrenamientos oficiales del equipo en el campo Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto, posiblemente el carabobeño de 25 años saca conclusiones antes de tomar una decisión definitiva. Por eso la gerencia general de la organización espera que el paso que tenga que dar Medina los favorezca en esta oportunidad.
En tanto, la mirada se encuentra enfocada en el derecho Raúl Rivero, que viene de tener un desempeño positivo con Bologna en la Liga de Italia, luego de cerrar con registro de 6-1 y efectividad de 0.88 en 12 partidos, aparte de completar por intermedio de dos rescates. El cumanés de 27 años puede ser una buena opción para ocupar el puesto número 1 en la rotación.
Igualmente evalúan las posibilidades de los relevistas Jhonny Montoya y José Jiménez, después del citado inicialmente conseguir siete salvados con los Northwest Arkansas Naturals AAA de la organización de los Reales de Kansas City y el segundo ser transferido de Tacoma Rainiers AAA (Seattle) a Kansas City. Montoya se recupera de una dolencia en un tobillo y Jiménez está obligado a mostrar todo su potencial en las sesiones de preparación del Cardenales.
Asimismo es esperado hoy el paracorto Gabriel Noguera (Seattle), conjuntamente con los receptores José Yépez (Atlanta), Anderson De La Rosa (Milwaukee) y Guillermo Quiroz (San Francisco), para unirse a los veteranos Robert Pérez y Tomás Pérez, quienes participaron en el minicamp de más de una semana en el Estadio Barquisimeto.
El inicialista Jesús Montero (Seattle) acaba de contraer nupcias, su homólogo Luis Jiménez (Toronto) supera algunos problemas en la rodilla y el jardinero Hernán Iribarren (Colorado) puede retardar un poco su llegada al club por motivos estrictamente personales. Las cartas están echadas y solo se aspira a que las cosas salgan muy bien.