El fuerte sonido de unas motos, gritos de desespero y el ladrido de los perros, hicieron despertar a Francisca Salas, quien luego escuchó unos disparos. Aceleró el paso y al abrir la puerta trasera de su casa, ubicada en el sector 11 de la urbanización El Placer de Cabudare, observó que era su hermano Casimiro de Jesús Salas León, la víctima que había muerto a manos del hampa.
“Lo venían persiguiendo. Lo querían matar, creo que para robarle la moto pero finalmente no se la llevaron. Él cargaba la de un amigo porque habían cambiado de vehículo. Saltó la mini cerca que tenemos por la parte trasera de la casa pero igual le dispararon”.
Al parecer dos sujetos, también a bordo de una dos ruedas, fueron los que lo buscaron hasta ultimarlo. “Era comerciante, socio de mi esposo en una cauchera. Un muchacho tranquilo, alegre, servicial”, informó Salas, quien tenía como consentido al menor de los ocho hermanos. “Era muy pegado conmigo”.
Al ver lo sucedido lo levantaron, estaba como ahogado, lo llevaron al ambulatorio de Cabudare en el carro de un vecino que les prestó ayuda pero al ingresar era muy tarde, ya el joven, de 24 años, había perdido la vida.
Ese sector de El Placer era medianamente tranquilo, contó Francisca Salas, quien aseveró que últimamente se ha vuelto muy peligroso. “Cada vez es peor”.
La madre del fallecido, quien es hipertensa, tuvo que ser ingresada de emergencia a un centro asistencial tras conocer la noticia del fallecimiento de su octavo hijo, pues es la primera vez que pasan por una situación como esta.