El juicio en contra de tres guardaespaldas de la súpermodelo Giselle Bündchen, acusados de atentar contra la vida de dos fotógrafos, arrancó el lunes en Costa Rica.
Los fotógrafos Rolando Avilés y Yuri Cortez, intentaban obtener imágenes de la boda de la modelo brasileña con el astro del fútbol estadounidense Tom Brady en 2009, cuando trabajaban para el diario local Al Día y la agencia internacional AFP, respectivamente.
La boda de Bündchen y Brady se celebraba una playa del Pacífico costarricense y los fotógrafos fueron interceptados por guardaespaldas quienes les exigieron entregar el material gráfico.
Cortez fue el primero en declarar al inicio del juicio celebrado en la ciudad costera de Puntarenas (a 90 kilómetros al oeste de San José).
Narró cómo junto a Avilés intentó huir del lugar con las fotografías en su vehículo, cuando los tres agentes de seguridad de la pareja empezaron a dispararles.
«Nos interceptaron los guardaespaldas de Giselle y Tom Brady en un lugar de la vía pública, ahí nos obligaron a manejar a las afueras de la casa (de la pareja en Costa Rica)», dijo Cortez a The Associated Press.
Cuando estábamos afuera de la casa salieron dos gringos acompañados por tres guardaespaldas, uno de ellos dijo ser Tom Brady e intentó ingresar al vehículo a tomar la cámara. Después de eso los guardaespaldas nos dispararon».
Los acusados en este caso son Miguel Solís, Manuel Valverde y Alexander Rivas, quienes laboraban entonces para la empresa de seguridad privada Avahuer, y que ahora enfrentan este juicio acusados por tentativa de homicidio.
La defensa de los guardaespaldas solicitó al iniciar el proceso que la demanda fuese desestimada, ya que los fotógrafos y AFP presentaron otra querella en Estados Unidos contra Bündchen y Brady por estos mismos hechos.
La acción civil presentada en Nueva York contra la famosa pareja fue desestimada, pues este estado no era su lugar de residencia.
El tribunal costarricense rechazó este alegato señalando que el contenido de ambas demandas es distinto.
Además de Cortez, se presentó a declarar el investigador del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Jorge Pérez, quien recordó cómo recibió la alerta por una serie de disparos que se escucharon cerca de la playa Santa Teresa, en Cóbano de Puntarenas.
Pérez recibió la versión de Cortés y Avilés en la delegación policial de la zona y realizó la inspección del vehículo, donde encontró el parabrisas quebrado y una de las balas, calibre 40, que ingresó por el mismo.
El oficial aseguró que no realizó la inspección del lugar de los hechos esa misma noche pues se encontraba solo y «no sabía lo que podía encontrar». A la mañana siguiente se acercó a las afueras de la residencia de Bündchen, pero nunca se le abrió el portón para ingresar a la propiedad.
El juicio se reanudará el próximo viernes.
Foto: Archivo