El Deportivo Lara confrontó problemas nuevamente en el tema de la definición y dejó pasar la oportunidad de golpear al Petare cuando lo dominaba ampliamente en el rectángulo del Rafael Calles Pinto -que asumió como su casa ante la suspensión del Metropolitano de Cabudare- para encajar una nueva derrota, con pizarra de 0-1, en el único partido adelantado de la sexta jornada correspondiente al torneo Apertura de primera división.
A puertas cerradas y en el caluroso clima guanareño, la tropa de Lenín Bastidas vivió otra historia amarga, en un partido que manejó a su antojo al menos en la primera media hora y tuvo oportunidad de encarrilarlo temprano, pero el portero Geancarlos Martínez respondió de buena manera en el par de disparos de Edgar Pérez Greco, tras lo cual encajó un gol -en la parte final del primer tiempo- que le enredó la existencia y lo puso contra la pared.
El cuadro larense sigue atascado en seis puntos y puede perder terreno con los punteros en caso de que Caracas y Mineros, ambos con 12 unidades, salgan airosos en sus respectivas presentaciones de este domingo.
El único tanto del compromiso lo anotó Jorge Trejo a la altura del minuto 45, cuando empalmó de media volea un balón lanzado desde la derecha para batir con un disparo colocado a Alan Liebeskind, cuyo esfuerzo no fue suficiente para desviar la trayectoria. Hasta entonces, el conjunto parroquial no había llevado peligro al arco crepuscular.
Bastidas sorprendió con una alineación que incluía a tres volantes de primera línea (Juan Colina, Vicente Suanno y Miguel Mea Vitali), quizá para que el equipo mantuviera el equilibrio que en otros partidos perdía cuando le jugaban al contragolpe, al tiempo que colocó a Pérez Greco como 9 de área, acompañado por Gustavo Páez y Aquiles Ocanto por los extremos.
La apuesta le funcionó, porque el equipo rojinegro manejó el balón y generó situaciones en el primer tiempo, salvo que el tanto de Trejo desbarató los planes y colocó el partido en otras condiciones.
Desde luego, el DT sacrificó a uno de los volantes de primera línea (Mea Vitali) para meter al atacante José “Buda” Torrealba, mientras que luego hizo ingresar a Johan Arrieche por Ocanto, ambos movimientos en la segunda mitad, pero los cambios no tuvieron el efecto esperado y Lara volvió a mostrarse como un equipo predecible, de pocos argumentos, e incapaz de generar peligro, salvo un remate de Páez que se estrelló en uno de los palos.
Segundo partido al hilo sin goles y nuevo revés. Urgen los correctivos para no tener el mismo desenlace el próximo miércoles, cuando recibirá a Trujillanos, posiblemente en Cabudare.